La Comunidad de Madrid vuelve a situarse por primera vez desde octubre con una incidencia de contagios por encima de los 600 casos por cada 100.000 habitantes, al registrar la cifra de 627,59 este miércoles.
Un aumento preocupante, al que se une la detección de varios casos de la variante británica, pero que de momento no ha provocado que el Ejecutivo madrileño se plantee medidas más drásticas para frenar el ritmo de contagios.
Así lo ha confirmado el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio Aguado, quien ha descartado que el Gobierno regional imponga confinamientos domiciliarios, al tiempo que ha considerado que debería ponerse «el foco» en limitar «al máximo» las reuniones familiares y sociales.
«No contemplamos otra opción que no sea seguir en esa línea», ha dicho Aguado en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno, donde ha defendido la estrategia del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso de mantener la economía y los colegios «abiertos».
De este modo, el Gobierno de la Comunidad de Madrid continuará con su estrategia de restricciones por zonas básicas de salud que acumulen una mayor incidencia de los casos, que serán anunciadas el viernes por la Consejería de Sanidad si se añaden más áreas con limitaiones, como viene haciendo semanalmente, ha señalado Aguado.
El vicepresidente regional ha reconocido que la situación «empieza a ser preocupante» en Madrid como en el resto de España ante el aumento de los casos de coronavirus, por lo que la Comunidad seguirá «en alerta para evitar que pueda colapsar el sistema sanitario y complique aún más este comienzo de año», después del temporal Filomena, que ha afectado a lo largo y ancho de la región.
En esta línea, ha insistido en que el mayor número de los contagios se están produciendo en las reuniones familiares y sociales, hasta un 80 % de los casos, y que son en estos encuentros, a su juicio, donde habría que «poner el foco».