La Comunidad de Madrid estrena este lunes nuevas restricciones y el gremio de la hostelería es, de nuevo, uno de los más perjudicados. La obligación de cierre de bares y restaurantes (así como de comercios no esenciales) a las nueve de la noche, además de la limitación a cuatro del número de comensales por mesa, anulan en la práctica los servicios de cenas, uno de los más importantes para muchos negocios.
Una medida ante la cual ya ha empezado a moverse el sector. En este sentido, el director general de Hostelería Madrid, Juan José Blardony, ha reclamado a la Comunidad de Madrid un plan de rescate que incluya ayudas directas ante la entrada en vigor de nuevas restricciones, lo que permitiría al sector «sobrevivir estos meses que nos quedan de pandemia».
Las restricciones, según la asociación, implicarán perder más del 40 % de la facturación -unos 7,2 millones de euros diarios-, unos ingresos que actualmente no suponen «ni el 25%» de lo que contabilizaban antes de la pandemia. Motivo por el que consideran estas ayudas «esenciales».
«En estas condiciones es prácticamente imposible sostener las empresas y no podemos hacerlo solos», ha lamentado, por lo que pide ayuda a la Comunidad para un sector que está «prácticamente en la ruina» y al que el Estado no ha dado «ninguna ayuda» directa.
Al mismo tiempo, Blardony ha pedido a los ciudadanos madrileños que «sigan confiando en la hostelería» porque es «totalmente» segura, tanto para el servicio en los locales como a domicilio.
La «puntilla» de Filomena
En todo caso, es una piedra más en el camino para un sector en el que el paso de Filomena dejó un balance de 70 millones de euros en pérdidas, tal y como informaron desde esta misma asociación. El temporal provocó el cierre del 100% de los locales de hostelería el sábado, un 95% de cierres el domingo y el lunes se mantuvieron cerrados el 85% de los locales, generando unas pérdidas de 57,7 millones de euros.