Sabíamos que este año no habría campanadas ni uvas en nochevieja a la sombra del reloj de la Puerta del Sol. Pero, ante la posibilidad de que alguien quisiera probar suerte, el Ayuntamiento de Madrid ha decidido blindar la zona con un dispositivo de seguridad en el centro de la capital para los días 30 y 31 de diciembre.
Un plan que incluirá un «doble perímetro» para evitar aglomeraciones, con un primer control «en el entorno de la Gran Vía y de la calle Alcalá» además del habitual de la Puerta del Sol.
Así lo ha confirmado la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Inmaculada Sanz, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno. «Estamos terminando de cerrar los detalles» del operativo para la noche de las ‘preuvas’ y la de las campanadas de fin de año, ha declarado Sanz.
«No se van a producir aglomeraciones de personas», ha garantizado la portavoz, quien ha explicado que el segundo perímetro pretende «impedir que puedan acceder personas o que puedan aglomerarse incluso en el entorno de ese primer perímetro de seguridad, y evitar que haya cualquier tipo de aglomeración en el entorno de la Puerta del Sol».
La portavoz ha añadido que, si bien en estas fechas «el distrito Centro tiene una importancia», el Ayuntamiento deberá estar pendiente de las posibles aglomeraciones «en el resto de la ciudad».
La Policía Municipal, que mantendrá en las próximas semanas su refuerzo de 150 agentes en el centro de la ciudad, se centrará en «el control de esas posibles aglomeraciones o de fiestas en domicilios y en locales» y en que «no se produzcan circunstancias que pongan en riesgo la seguridad de nadie».