No son policías, ni tampoco sanitarios, son miembros de Protección Civil que voluntariamente realizan un servicio público esencial. Durante este año tan devastador han permanecido en primera línea dándolo todo, a cambio de salir reforzados con el reconocimiento de sus vecinos. Con el naranja como color distintivo, más de 20.000 voluntarios en toda España componen un cuerpo que lleva ejerciendo desde la década de los cuarenta, como la agrupación de San Martín de la Vega, que apareció medio siglo después, en el año 1992, en un pequeño municipio ubicado al sur de la Comunidad de Madrid. “La agrupación surge por la necesidad de dar un servicio a los ciudadanos”, explica Javier Zubiri, subjefe de la agrupación desde octubre de 2019.
Con vistas al río Jarama y con la lanzadera del Parque Warner como Faro de Alejandría, se localiza esta hermandad de héroes desinteresados que cuenta, a día de hoy, con 43 voluntarios. Desde el inicio de la pandemia han visto cómo el número de miembros ha aumentado notablemente. “Rara es la semana que no venga alguna persona interesada en formar parte de la agrupación”, comenta Alonso Quesada, voluntario de Protección Civil de San Martín de la Vega que, además, es el encargado de llevar las Redes Sociales. “En Instagram hemos pasado de tener 327 seguidores a 1253, lo que significa que cada día más gente tiene constancia sobre nosotros”. El aumento de integrantes y seguidores no es solo cuestión de números, sino que refleja la gratitud que han recibido por su esfuerzo y dedicación, y es que, si se tratase de un filme, este cuerpo hubiera ganado uno de esos Oscar a mejor actuación por la película “En primera línea”.
En la pandemia
“En el confinamiento hicimos de todo”, admite Zubiri. Repartieron comida a los más vulnerables e iban a las farmacias a por sus medicamentos, es decir, estuvieron en el día a día de muchas personas. Actuaron como medio de comunicación informando a través de carteles o redes sociales, repartieron mascarillas a modo de salvavidas y desinfectaron las calles. Para los más pequeños también tenían una sorpresa, haciéndoles bailar y cantar en sus balcones a ritmo de sus canciones favoritas. Los niños reconocieron su labor por medio de dibujos y cartas que los voluntarios aún conservan como un premio simbólico en las paredes de la base. La sede se convirtió en el hogar de muchos, “estuve desde el 12 de marzo hasta el 30 de mayo en la base” explica uno de los voluntarios que vivió esta situación desde dentro durante más de 60 días. “Estar en primera línea nunca nos dio miedo”, asegura Zubiri, que además añade, “tuve coronavirus, estuve muchos días en el hospital y en la agrupación saltaron las alarmas, pero ninguno más dio positivo”. Pese a salir acorazados de esta situación como equipo, individualmente algunos han tenido que desconectar durante un tiempo debido a la carga emocional y de trabajo que han sobrellevado.
El apoyo del gobierno municipal ha sido esencial para sobrevivir. La agrupación late gracias al Ayuntamiento, quien subvenciona y decide las funciones del cuerpo. El contexto tan extraordinario de este año ha provocado que la alcaldía presupueste una cantidad excepcional. “Este año hemos aportado 90.100 euros para Protección Civil, dotándolos de más material y mejorando el que ya tenían”, declara Rafael Martínez, alcalde de San Martín de la Vega, que estima el presupuesto para Protección Civil del año 2021 a no más de 25.200 euros. Desde la Comunidad de Madrid y el Gobierno se aporta material, pero en muy pocas ocasiones y casi en forma de sorteo, pues son muchas las agrupaciones con necesidades y muy poco el instrumental que proporcionan. “He mandado cartas al Gobierno para solicitar material, me he reunido con la Comunidad de Madrid y en ambos casos no he conseguido nada”, confiesa Rafael Martínez.
Los vecinos han visto en los voluntarios un ápice de esperanza, y así lo han confesado, “el trabajo que han realizado ha sido magnífico, han ayudado en todo lo que estaba en su mano”, dice un vecino de la localidad. Otros cuerpos de seguridad, como la Guardia Civil, se han sumado a estas felicitaciones, “la Guardia Civil me ha mandado felicitaciones para el cuerpo por la gran colaboración y labor empleada”, asegura el alcalde, “dejando a un lado mi posición oficial, como vecino agradezco todo lo que han hecho con muy buena puntuación, sin duda salen reforzados”, concluye Rafael. Los miembros de la agrupación también se sienten muy agradecidos por todo el cariño y apoyo que han recibido de sus vecinos, “son incontables las muestras de afecto, tanto de vecinos como de negocios locales”, señala Alonso.
La valentía y la fortaleza de estar donde solo unos pocos estaban, ha otorgado al cuerpo de Protección Civil un reconocimiento del que, hasta ahora, carecían. No son policías, ni tampoco sanitarios, son miembros de Protección Civil que, por el mero hecho de ser voluntarios, son más héroes que ninguno.