Ya no hay excusas para separar los residuos orgánicos, vivas donde vivas. El Ayuntamiento de Madrid ha completado este martes la implantación en toda la ciudad del contenedor de tapa marrón para la recogida de este tipo de desperdicios al incorporar a esta medida el distrito Centro, el único de los 21 de la capital que aún no contaba con el servicio.
El alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ha presentado este martes el servicio, que comenzó su actividad esta pasada madrugada, en la que se recogieron dos toneladas de basura orgánica.
Almeida ha precisado que, desde que accedió a la Alcaldía, se ha llevado la recogida de residuos orgánicos a diez distritos, mientras que en los once restantes se inició durante el mandato de Manuela Carmena, lo cual demuestra, a tenor del actual regidor, la «necesaria continuidad institucional» que debe mantenerse en las «políticas de sostenibilidad».
Asimismo, ha apuntado que se van a distribuir por el distrito Centro «más de 10.000 cubos» destinados a la recogida orgánica, y espera que esta llegue a representar unos 600.000 kilos de los alrededor de 3,3 millones de kilos de residuos que se producen diariamente en la capital.
El inicio de la recogida orgánica en Centro irá acompañado de una campaña de concienciación e información para «despejar cualquier duda» que puedan tener los vecinos.
Al cubo marrón se tiran los desperdicios de fruta, verdura, cocinados de carne, pescado y marisco, frutos secos, infusiones, posos de café, cáscaras de huevo y otros restos de comida, serrín, papel de cocina y servilletas usadas, papel y cartón sucios de aceite o alimentos, así como plantas, hojarasca o flores.
De esta forma, en los contenedores de tapa naranja solo se introduce la basura que no se puede reciclar como pañales, toallitas húmedas, colillas, pelo, excrementos de animales, arena de gato, chicles o polvo de barrer .
Y también las mascarillas, como ha recordado el alcalde, quien ha subrayado la necesidad de hacer «un tratamiento adecuado» de todos los residuos.