Aunque aún queda mucho camino por recorrer, los madrileños empezamos a aplicarnos en seguridad vial. Al menos eso es lo que se desprende de un informe de la Fundación Mapfre sobre las denominadas «ciudades casi cero«, aquellos municipios en los que el número de fallecidos y heridos graves está tendiendo hacia el cero.
En el mismo encontramos que doce ciudades madrileñas con más de 80.000 habitantes tienen tasas de fallecidos en accidente de tráfico «casi cero», es decir, menos de un muerto al año por 100.000 residentes, un listado que encabeza Móstoles, que se asemeja así a la ciudad sueca de Estocolmo, referente en seguridad vial.
El estudio analiza con datos de la DGT las tasas de siniestralidad de las 88 ciudades españolas que tienen más de 80.000 habitantes, con una población total de 20,8 millones, durante el periodo 2014-2018.
En ese tiempo se registraron una media anual en esos municipios de 265 muertos, lo que representa una tasa de mortalidad para el conjunto de 1,27 muertos al año por cada 100.000 habitantes.
De esas 88 ciudades, 25 tuvieron menos de 0,7 fallecidos por cada 100.000 habitantes, una cifra semejante a la de ciudades como Estocolmo, que son referencia internacional en materia de seguridad vial precisamente por sus bajas cifras de siniestralidad.
Casi la mitad de la lista, como vemos, está compuesta por municipios de la Comunidad de Madrid. De hecho, la localidad madrileña de Móstoles encabeza con la mejor tasa de ciudades casi cero, ya que con más de 206.000 habitantes, tuvo en ese quinquenio una tasa de mortalidad de 0,10.
Otras once ciudades madrileñas están entre las 25 con mejores resultados de siniestralidad: San Sebastián de los Reyes, con una tasa de 0,23 fallecidos por 100.000 habitantes; Rivas-Vaciamadrid (0,24); Fuenlabrada, Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz (con 0,31 de tasa las tres); Alcorcón (0,36); Las Rozas (0,42); Leganés (0,43); Parla (0,48); Alcobendas (0,52) y Getafe (0,56).
Sin embargo, solo media docena de las 25 españolas presentan tasas de heridos graves igualmente positivas, es decir, tasas inferiores o iguales a 3,5 heridos graves por cada 100.000 habitantes, por lo que todavía, señala el estudio, «muy pocas ciudades españolas tienen un completo perfil asignable al concepto de Ciudades Casi Cero», con tasas muy reducidas tanto de fallecidos como de heridos graves.
El informe de la Fundación Mapfre concluye que el 81 por ciento de los fallecidos en 2018 en vías urbanas son peatones y usuarios de vehículos de dos ruedas, por lo que considera urgente reforzar su seguridad en los futuros planes de movilidad y seguridad.
Pese a que las 25 ciudades son diversas no solo geográficamente, ya que están en diferentes territorios, sino también políticamente, el análisis de todas ellas revela que coinciden en algunos elementos como el calmado del tráfico, las mejoras peatonales o la introducción de la bicicleta.