La mujer que lleva seis meses okupando la casa de Leganés en la que trabajaba como asistenta de una mujer de 75 años muerta por Covid-19, abandonará la vivienda el lunes próximo.
La asistenta, de origen peruano, había sido denunciada por una hija de la mujer fallecida, tras haber decidido la empleada, por su cuenta, incinerar el cadáver de su madre y ocupar después la vivienda, mientras la hija estaba ingresada en el hospital afectada por coronavirus.
“El lunes se va”, ha confirmado el yerno de la mujer fallecida, después de haber mantenido “una discusión muy fuerte” con el abogado de la ocupante ilegal de la vivienda, que ha pedido a la familia que retire las denuncias interpuestas contra su cliente por haber decidido incinerar a la mujer a la que asistía a domicilio durante dos horas diarias.
Según el yerno, la familia se ha negado «a negociar nada», y solamente «su salida de la casa, garantizando su seguridad”.
La hija de la difunta ha contratado a una empresa que se dedica a expulsar a los ocupantes de las viviendas usurpadas, con la que “hemos estado presionando” hasta confirmar su salida de la vivienda, que está prevista para las 12:30 horas del mediodía del lunes próximo, día 14.
La asistenta ocupó la casa en marzo, cuando al llegar al domicilio comprobó que la mujer que cuidaba estaba muerta, y avisó al seguro, haciéndose beneficiaria del mismo, señalando que la finada no tenía hijos y ocupando el domicilio a continuación.
Rosana, la hija de la fallecida, señaló el miércoles que días antes de la muerte de su madre, la asistenta cambió la titularidad de los suministros y aseguró que había llegado a pedirles 15.000 euros por abandonar una vivienda que no era suya.