El impacto de la COVID-19 se refleja ya en el mercado de oficinas de Madrid, donde la absorción en el segundo trimestre cayó a niveles de 2009, con 70.000 metros cuadrados contratados, según datos de Knight Frank, que no obstante plantea perspectivas positivas para el último trimestre y principios de 2021.
Los datos de absorción durante el estado de alarma son similares a los de los primeros años de la anterior crisis y ligeramente superiores a los del segundo trimestre de 2013, justo antes del inicio de la recuperación, cuando la contratación era un 20 % inferior a la actual.
Para Knight Frank, la reactivación a finales de año vendrá marcada por una nueva forma de entender los lugares de trabajo, con un «uso más inteligente del parque inmobiliario por parte de los usuarios, que buscarán más flexibilidad y mayor productividad», señala Raúl Vicente, director de Agencia Oficinas de la consultora.
Según explica en un comunicado, está aumentando en Madrid y Barcelona el interés en edificios de grado A y una contención de costes fijos, lo que apunta a «un gran momento para complejos de oficinas y parques empresariales en la periferia, siempre que tengan buenas comunicaciones y servicios».
Como ejemplo este experto pone las zonas de Julián Camarillo y Manoteras en Madrid y el @22 en Barcelona.
Durante este trimestre, la renta media ‘prime’ se ha mantenido estable en los 32,5 euros el metro cuadrado , después de haber registrado un ligero aumento en los primeros tres meses del año, y se espera ver un moderado repunte en los siguientes meses.
La renta máxima alcanzada en este periodo ha sido de 41,5 euros, correspondiente a un alquiler firmado en la calle Serrano 47.
En lo que se refiere al mercado de inversión, el primer semestre del año se ha cerrado en España con 1.300 millones de euros firmados, de los que más de 700 millones corresponden a Madrid y 380 millones a Barcelona.
Con un segundo trimestre condicionado por la COVID, esta cifra supone un 30 % menos que el volumen registrado en el mismo periodo del año anterior, que fue histórico por las cifras alcanzadas en el mercado de oficinas.
Entre las actuaciones más destacadas en los tres meses que han transcurrido casi en su totalidad en estado de alarma, figura la compra por parte de DWS de un complejo de oficinas de unos 23.000 metros cuadrados en la antigua fábrica de Frigo, en el Distrito 22@ de Barcelona.
Por su parte, Idom ha vendido sus sedes en Madrid y Bilbao por un total de 90 millones de euros y Patrizia ha adquirido un edificio de oficinas -con unos 15.000 metros cuadrados disponibles- en la madrileña Fray Luis de León, 11.