Pase lo que pase esta noche en Valdebebas, ningún jugador ni aficionado del Real Madrid podrá brindar a la Diosa Cibeles el que sería su 34º título de Liga. Tanto desde el club, como desde las diferentes administraciones, se ha hecho un llamamiento a la responsabilidad para evitar aglomeraciones e impedir posibles fotos de contagio de COVID-19.
El Real Madrid, a través de un comunicado, ha sido el primero en pedir a sus seguidores que no acudan a la plaza de Cibeles para evitar «riesgos de contagio» de coronavirus.
La entidad presidida por Florentino Pérez recordó que todo el mundo es «consciente» de la situación y del esfuerzo que la sociedad «está haciendo» para combatir los efectos de la pandemia generada por el coronavirus. Además, añadió que el fútbol «contribuye a ello» y resalta que «entre todos» se ha logrado recuperar la competición en un contexto «enormemente complejo».
En un elegante escrito, el club blanco recordó que «si se diera la circunstancia de que el Real Madrid se proclamara campeón, nuestros jugadores no acudirían a los tradicionales lugares de celebración, especialmente a la plaza de Cibeles, por lo que pedimos también a nuestros socios y aficionados que, en el caso de que se pudiera conquistar el campeonato, no acudan tampoco a dichos lugares».
Ayuntamiento y Delegación de Gobierno, preparados
En caso de que se desoyeran estas recomendaciones, más de tres cientos policías integrarán el dispositivo de seguridad especial diseñado por la Delegación del Gobierno para evitar eventuales aglomeraciones. En total, más de 200 agentes de la Policía Nacional junto con el apoyo de 120 efectivos de la Policía Municipal de Madrid formarán parte de esta operativo que se situará en el entorno de Cibeles y otras calles aledañas.
El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, ha pedido «máxima responsabilidad» a todos los aficionados para que este año no se lleven a cabo las tradicionales celebraciones en este punto ni en «ningún lugar de Madrid».
Sin embargo, para los que finalmente decidan acudir a Cibeles se les va a exigir «todas las medidas de seguridad» como el uso obligatorio de mascarilla.
Se va a establecer un perímetro que puede alcanzar desde Colón hasta la Puerta de Alcalá, e incluso hasta la plaza de Neptuno, y el control será «muy escrupuloso».
«Va a ser un cordón lo suficientemente amplio como para que no se agolpe gente en las vallas desde fuera esperando que puedan ver la plaza de Cibeles. En tercer lugar el aforo va a ser muy limitado. No vamos a correr absolutamente ningún riesgo», ha añadido.
Begoña Villacís, vicealcaldesa de la capital, se ha mantenido en sintonía con ambas partes y ha pedido «responsabilidad» a los aficionados del Real Madrid.
«Pedimos a los aficionados que no vengan y lo celebremos desde casa o de alguna manera original. Ya habrá oportunidades de celebrar y lo haremos cuando se pueda. Toca y pedimos responsabilidad y el Ayuntamiento quiere secundarlo», dijo Villacís.
«Hay que intentar que la ciudad no dé un paso atrás. Estamos coordinando la posibilidad de celebración, pero hay que evitar toda posibilidad de concentración de gente. No estamos en momento de matices, hay que tomar medidas drásticas. Eso ha evitado que la tragedia sea mayor y creo que es la línea a seguir», declaró Villacís, que sí admitió que, en caso de victoria, podría haber una celebración en Valdebebas.