Es difícil entender dentro del campo del comportamiento humano ¿porque algunas personas de ideología izquierdista en España, ve “fascistas” por todos los sitios y además utilizan el concepto “fascista”, como un insulto o descalificación, incluso entre los propios miembros de los partidos de izquierdas?
Vayamos en primer lugar al concepto de Fascista:
El fascismo es un movimiento político que existió, en un solo país (Italia) durante menos de 30 años, y que gobernó dicho país entre 1922 y 1943 bajo el mando de Benito Mussolini.
Es evidente que si esa definición se limita al fascismo italiano original, el término fascismo tendrá poco sentido fuera de la historia de la política italiana.
La mayoría de académicos coinciden que el fascismo era un movimiento político y un tipo de Estado de carácter totalitario, autoritario, antiliberal, antimarxista y antidemocrático; creado por el dirigente italiano Benito Mussolini que era un militar.
León Trotsky definió al fascismo de la siguiente manera (en una carta a un camarada británico, luego publicado en “The Militant” el 16 de enero de 1932):
…¿Qué es el fascismo? El término se originó en Italia. El movimiento fascista italiano fue un movimiento espontáneo de grandes masas, con nuevos dirigentes surgidos de la base. Es de origen plebeyo y está dirigido y financiado por las grandes potencias capitalistas. Se formó en la pequeña burguesía, en el lumpenproletariado y hasta cierto punto también en las masas proletarias; Mussolini, un ex-socialista, es un self-made man producto de este movimiento.
El movimiento alemán (nazismo) se parece fundamentalmente al italiano. Es un movimiento de masas, cuyos dirigentes emplean una buena cantidad de demagogia socialista, la cual es necesaria para la formación de un movimiento de masas.
Yo, no seré quien haga ningún tipo de alabanza, ni justificación de un régimen totalitario, antidemocrático y violento, pero la verdad que tampoco entiendo porque algunos los representantes de los partidos de izquierdas y partidos independentistas, califican a cualquiera que no piensen como ellos como “fascistas”.
En la obra “El libro negro del comunismo”: crímenes, terror y represión (1997) escrito por profesores universitarios e investigadores europeos y editado por Stéphane Courtois en la Editorial Harvard University Press mantiene que «…el comunismo real […] puso en funcionamiento una represión sistemática, hasta llegar a erigir, en momentos de paroxismo, el terror como forma de gobierno». De acuerdo con las estimaciones realizadas, cita un total de muertes que «…se acerca a la cifra de cien millones». El análisis detallado del total de víctimas mortales es el siguiente:
60 millones en la República Popular China.
20 millones en la Unión Soviética.
2 millones en Corea del Norte.
2 millones en Camboya.
100.000 en los regímenes comunistas de Europa oriental.
100.000 en Latinoamérica.
30.000 en África.
100.000 en España. (Represión en la zona republicana durante la Guerra Civil Española).
Pues bien, con estas cifras es bastante sorprendente que aquellos que se definen como comunistas demócratas y de izquierdas y que justifican regímenes como el cubano o el “chavismo”, se permitan el lujo de llamar a los dirigentes y votantes de partidos de centro o centro-derecha, (democráticos y constitucionalistas) como fascistas.
¿Es ignorancia, propaganda o paranoia?, pues supongo que las tres cosas; pero de verdad que es muy preocupante que dirigentes públicos acusen a los oponentes políticos, cuyo espíritu democrático es incuestionable, como fascistas.
Me temo que algunos de estos” políticos” no ha superado su “atasco temporal” del periodo de entreguerras del siglo XX y por eso, por el bien de todos por favor no sigan por ese camino. La historia ya demostró que ese periodo fue cruel, “dantesco” y negro para toda la humanidad.
Por eso, “si te peinas” podrás ser quizás un chulo, pero nunca un fascista.