Casi tres meses después de su cierre obligado por la crisis del coronavirus, los museos de Madrid vuelven a la vida y este sábado abrirán de nuevo sus puertas la mayoría de estos centros culturales de la capital. Una nueva y esperada situación que, sin embargo, viene precedida de un fuerte impacto económico, con perdidas estimadas por la falta de ingresos de hasta catorce millones de euros solo en el caso del Prado y el Thyssen.
Unas pérdidas que, previsiblemente, aumentarán a lo largo del año por la caída del turismo nacional y extranjero. Solo este último supuso más del 60 por ciento del público del Prado, que el año pasado recibió 3,2 millones de visitantes.
El sábado, como se indica, reabrirá sus puertas con aforo reducido. Pero Marina Chinchilla, la directora adjunta de Administración de la pinacoteca, ha querido mirar al futuro con esperanza: «Tenemos que afrontar un ejercicio presupuestario difícil, pero confiamos en las posibilidades que tengamos y en la optimización de recursos».
Muchas cosas cambiarán en el museo, empezando por el modelo de compra de entradas. De momento solo se podrán adquirir por internet y serán para un día y una hora determinadas. Tampoco se aceptarán visitas por grupos y si son familia o amigos no se permitirá que entre de más de 5 en 5. También será obligatorio el uso de mascarilla durante todo el recorrido y se tomará la temperatura de los visitantes a la entrada.
El regreso del Thyssen
El impacto, como decimos, es muy fuerte para las cuentas del Prado, como lo ha sido también para el Reina Sofía y el Thyssen. Este último se autofinancia en torno a un 70 por ciento con recursos propios, siendo la venta de entradas la partida más significativa.
Su reapertura, prevista también para este sábado, se hará con un aforo máximo de 1.200 personas, la totalidad de sus exposiciones abiertas sin recorrido pautado y el aumento de las medidas de higiene, así como el uso obligatorio de mascarillas.
La limitación de aforo tendrá consecuencias directas en todas las exposiciones, incluidas las temporales. A la de «Rembrandt y el retrato en Amsterdam, 1590-1670», prolongada hasta el 30 de agosto, solo podrán acceder 25 personas cada 15 minutos; por lo que las 2.080 visitas diarias que tenía antes del comienzo de la pandemia pasarán a 900.
En cuanto al precio de la entrada, al contrario que han hecho también otros museos, el Thyssen no lo ha rebajado así que seguirá costando 13 euros, eso sí, ahora recomiendan que el visitante acuda con la entrada comprada previamente online. Para este fin de semana el museo ya ha colgado el cartel de «no hay entradas«.
Pese al optimismo, la falta de recursos podría poner en peligro uno de los principales proyectos del museo, la ampliación del Salón de Reinos, que se lleva retrasando varios años por la falta de Presupuestos Generales y parecía que esta legislatura existía el acuerdo político que diera luz verde a la primera fase del proyecto.
El director del patronato, Javier Solana, ha dicho que si bien el museo es consciente de que la situación actual puede hacer que los tiempos se retrasen, tienen la “confianza” de que serán capaces de “movilizar los recursos necesarios” para llevarlo a cabo: “Mantenemos las mismas ideas sobre el futuro que antes”. También ha asegurado que las conversaciones que tienen con el Ministerio de Hacienda sobre la aportación del Estado a la pinacoteca son positivas.
Evelio Acevedo, director gerente del museo, se muestra muy prudente: «Con el futuro inmediato no podemos ser optimistas, pero sí lo somos en el sentido de que la gente va a venir al museo, y el 41% de nuestros visitante es de Madrid, por lo que es un dato estupendo en estas circunstancias».
Aun así, y pese a recalcar que un alto porcentaje de los visitantes de esta pinacoteca es público local, Acevedo indica que uno de los motivos de las pérdidas de 7 millones de euros también se deben a que este año no se va a producir el flujo de turistas extranjeros que llegan a la capital de España, así como por las cancelaciones de eventos y actividades que ha tenido el museo, que recibe una subvención estatal de 5.900.000 euros.
Planes de futuro trastocados
El calendario de exposiciones mundial se ha visto alterado por la pandemia, algo que ha afectado también al Prado, la quinta pinacoteca más grande del mundo y que antes de la epidemia tenía planificado ‘Invitadas’, una exposición sobre el papel de la mujer que ahora se programará en octubre, según anunció el director del museo, Miguel Falomir.
Respecto a los préstamos internacionales, que se han vistos trastocados con el cierre generalizado de los museos en todo el mundo, Falomir señaló que los museos han mostrado “solidaridad y comprensión” muy clara con los préstamos que ya estaban concedidos o apalabrados, y lo que está por ver es cómo la falta de recursos afecta a las futuras exposiciones o si se genera un parón en este sector del mercado del arte.