Y cuando todo termine, España resurgirá de sus cenizas. Cuál Ave Fénix. Porque así somos los españoles. Y así lo demuestra la historia.
Hemos sufrido ataques de todas las formas y tipos, hemos sufrido muertes en diferentes contiendas bélicas, nos hemos matado entre nosotros, hemos caído en lo más profundo del pozo. Pero hemos salido con gran esfuerzo y gracias al espíritu conciliador de los españoles.
Somos un país emprendedor, luchador. Que nos superamos día a día. Que somos capaces de ofrecer lo mejor y lo peor de nosotros mismos. Somos el corazón de una Europa que hoy late con menos fuerza, pero que pronto arrancaremos ese palpitar de nuestra bandera, de nuestros colores y de nuestro pueblo.
Así es querido lector. Confío en este país. En los españoles. En nuestra fuerza. En nuestro coraje. Es esa cara A de un territorio que hoy llora a un número indefinido de fallecidos, a pesar de encontrarnos en el Siglo XXI y en la era de las Tecnologías. Número indefinido.
Inaudito.
Tan inaudito como lo es este Gobierno que golpea nuestra vida, nuestros derechos y nuestras libertades . La cara B de nuestro país. La sombra de una sociedad que llora, que rabia por lo perdido. Que hoy tiene miedo porque no sabe qué pasará. Que hoy siente impotencia ante su situación. Y mira este Gobierno de izquierdas radical y totalitario. Y comprueba con estupor cómo quienes no creen en nosotros, en los emprendedores, en el sacrificio, en los méritos, en la capacidad, nos tienen bajo su mando.
Quienes no creen en la libertad de expresión, de pensamiento, de información, de progreso. Quienes no creen que uno es dueño de su vida y que cada uno de nosotros podemos decidir libremente lo que queremos hacer y no. Quienes no creen en las personas, ni en las familias, ni en las empresas, ni en el sector privado, ni en la pluralidad de ideas, ni en la división de poderes. Han conseguido otra prórroga del Estado de Alarma.
Y yo miro a este Gobierno, como muchos lectores, y veo un totalitarismo peligroso y pido que se vayan. ¡Que nos dejen en paz!, como dijo la Presidenta Ayuso, “A Madrid se viene a que te dejen en paz”. Pues eso, a Madrid y a España.
Y siento orgullo por la dirección del PP en todas las administraciones que Gobierna o está en coalición, porque esa es la seña de identidad que nos diferencia. Hemos demostrado siempre que creemos en la libertad, la hemos defendido y la exigimos sin complejo alguno.
Y cuando vemos a esos ministros acabados, a ese presidente mentiroso, sin escrúpulos y a esos palmeros que mantienen mediáticamente a toda esta banda de socios bilduetarras, separatistas y radicales de izquierda.
Sólo nos anima la idea de pensar que todo acabará. Y saldrán por la puerta de atrás y los españoles conseguiremos superar todos los obstáculos y avanzaremos.
La decencia es una virtud de la que carece Pedro Sánchez. Lo ha demostrado a lo largo de toda su vida política. Es un indecente ideológico. Un indecente peligroso. Y un indecente que ha hecho de la mentira su mejor escudo.
Hoy está ocultando el número de fallecidos a causa del COVID19. ¿Hay algo más indecente que ocultar los muertos a sus familiares?¿Pero esto que es? ¿Estamos en una dictadura?
No. A pesar de todas las acciones. No.
España es convivencia, España es democracia. España es emprendimiento. España es ilusión. España es LIBERTAD.
No lo van a conseguir. Por mucho que lo intenten. Y serán condenados por ello.
Escuchar a Pablo Iglesias escupir palabras contra Isabel Díaz Ayuso es el primer paso para intuir qué sucederá.
Y yo auguro un futuro muy negro para este comunismo en el Gobierno, para ellos y sus socios. Auguro un futuro judicial negro. Un futuro en dirección a conocer la verdad. Una verdad que nos han ocultado a todos los españoles.
Auguro a un Pablo iglesias y a una Irene Montero ante la justicia hablando de muertes, pero las que ellos han ocultado, las que ellos han obviado y las que ellos no han evitado. Y veremos como poco a poco irán abandonando a esta pareja con ideología totalitaria tanto socios como medios de comunicación “progres”. Y lo harán. Porque España lo exigirá.
Pedro Sánchez solo tiene una oportunidad de recomponer todo el dolor y daño que nos está produciendo. Y esa oportunidad se llama. Dimisión.
No obstante, auguro que la indecencia moral de este político está a la altura de sus socios de pactos, por lo tanto, hasta que no sienta que se asfixia, los españoles no volveremos a las urnas. Pero lo haremos.
Y ese día, desde la tranquilidad y en democracia, echaremos todos a este Gobierno manchado, indecente y mentiroso.