La Junta de Distrito de Fuencarral-El Pardo notifició este viernes a la Asociación Vecinal de Las Tablas la extinción de la autorización demanial para hacer uso de la instalación municipal El Palomar, que se usaba como almacén solidario en la crisis del coronavirus, y en la que se hacían actividades «ilegales», según han indicado a Efe fuentes municipales.
La Asociación Vecinal de Las Tablas lo denuncia en un comunicado en el que explica que el concejal presidente del distrito, Javier Ramírez Caro, otorga un máximo de ocho días para desalojar el inmueble conocido como El Palomar de Las Tablas, cedido a la asociación en el año 2013.
Fuentes municipales han indicado a Efe que el abandono de El Palomar por parte de la Asociación Vecinal de Las Tablas responde al fin de una autorización demanial y la «constatación» de que allí se realizan actividades «no permitidas».
Las mismas fuentes explican que el pasado 22 de enero la Junta Municipal comunicó a la asociación vecinal el fin de la autorización y les advirtió del uso indebido que estaba realizando en el espacio, algo que «ya se les había comunicado en diversas reuniones previas» en las que se advirtió de que en caso de no cesar en estas actividades «ilegales», la junta procedería a recuperar El Palomar.
Sobre esas actividades, desde el Ayuntamiento sostienen que el «único fin» para el que fue cedido el espacio es para el ejercicio de actividades de educación e interpretación ambiental, «no como sede social» de la asociación de vecinos.
«En ese sentido, las únicas actividades permitidas son las propias del aula ecológica, si bien los servicios técnicos de la junta municipal comprobaron que allí se desarrollan actividades y talleres no autorizados en los que se emplea la imagen del Ayuntamiento y por los que se cobran importes a los usuarios que no están fiscalizados, algo que está prohibido», añaden las fuentes municipales.
Además, recalcan sobre el almacenaje de alimentos que se estaba llevando a cabo que «no» se puso en conocimiento de la junta municipal, y que «no solo no está autorizado», sino que desde el 12 de marzo el Consistorio decretó el cierre de «los centros municipales, las escuelas infantiles y espacios municipales, entre los que se encuentra» el de Las Tablas.
«Si un vecino o entidad se hubiera puesto en contacto con la junta para solicitar un espacio donde almacenar alimentos durante la pandemia, se les habría facilitado un espacio para llevar a cabo esas actividades», comentan las mismas fuentes, que subrayan que la junta del distrito «está trabajando en garantizar la continuidad de las actividades culturales que demandan los vecinos».
Está previsto que la junta asuma la gestión de las mismas en otras instalaciones municipales, y dedicar El Palomar a actividades dirigidas a la formación y creación de empleo «que beneficien a todos los vecinos» y a actividades de ocio y difusión de la cultura.
La agrupación vecinal, que anuncia en el comunicado que emprenderá «todas las medidas legales a su alcance» para paralizar este «desahucio arbitrario», critica que la extinción de la autorización se produce encontrándose vigente el estado de alarma, y cuando El Palomar estaba siendo usado como «despensa solidaria» para almacenar y trasladar alimentos a familias vulnerables del distrito.
«El local es usado para la realización de actividades de interés general con absoluta satisfacción por la mayoría de los vecinos y vecinas de Las Tablas, que no disponen de ningún centro cultural, biblioteca o deportivo, a excepción de El Palomar, para que las familias puedan realizar actividades socioculturales en el barrio», considera el presidente de la entidad, Lorenzo Álvarez.