La crisis epidémica del coronavirus COVID 19 ha provocado una parálisis del deporte. Ha obligado a quienes lo practicamos a permanecer confinados en casa y a practicarlo en nuestros hogares.
Según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en España practicamos deporte en torno al 40% de la población, es decir, alrededor de 19 millones de personas. De ellas, según el propio CIS, tan sólo el 11% realiza deporte en casa, menos de 2 millones. Con lo cual, alrededor de otros 17 millones de personas se han visto obligados a cambiar sus pautas de práctica deportiva, que tiene lugar mayormente en espacios públicos abiertos.
El deporte es una herramienta clave para mejorar nuestra salud y también en la lucha contra el COVID-19. Que el ejercicio físico mejora la calidad de vida de quien lo realiza está de sobra demostrado. El ejercicio físico adecuado ayuda a mejorar nuestro sistema inmunitario y beneficia nuestro estado anímico en general y muy especialmente ahora después de meses de confinamiento.
La práctica deportiva ayuda a combatir el sedentarismo y enfermedades como la obesidad o las afecciones cardiacas. Recordemos que España es el segundo país de la Unión Europea con mayor tasa de obesidad infantil, solo por detrás de Reino Unido. Y es que la obesidad es un factor de alto riesgo frente al COVID-19. Lógico parece, entonces, que reactivemos el sector deportivo, abriendo las piscinas de uso deportivo y las instalaciones deportivas, la práctica de actividad física y deporte lo antes posible respetando y garantizando siempre las medidas de seguridad, de higiene y el distanciamiento social.
La Consejería de Deportes de la Comunidad de Madrid ha presentado un plan bajo el lema Madrid, una región enforma, cuyo objetivo es la reactivación y normalización del sector deportivo en nuestra región. Consta de 40 medidas consensuadas con todos los agentes de los sectores municipal, empresarial, federativo, educativo y el resto del tejido deportivo, para volver a la normalidad. De marcado carácter transversal, pone de manifiesto la necesidad de entendimiento y trabajo conjunto entre las diferentes Consejerías de la Comunidad de Madrid e incluso entre Administraciones.
Hemos visto cómo los valores del deporte han sido claves durante la pandemia: el esfuerzo, la constancia o la solidaridad han sido determinantes. Esos valores son una de las mejores herramientas a nuestro alcance para mejorar nuestra sociedad y debemos extenderlo a lo largo y ancho de nuestra región. Queremos que la Comunidad siga siendo el kilómetro cero del deporte y vuelva a albergar grandes eventos como hasta ahora.
Debemos vincular el deporte, la salud, la educación y la economía. Cuatro conceptos estrechamente relacionados. La Comunidad de Madrid ha incorporado una hora más de Educación Física en Educación Secundaria, dos horas en cada curso de manera progresiva en Formación Profesional (donde no existía hasta ahora) y se podrán dar materias de libre configuración relacionadas con la Educación Física en Educación Primaria.
Porque el deporte es una actividad transversal con un gran impacto social, educativo, turístico y dinamizador de la economía en nuestra región.
La pregunta es si el futuro del deporte será una continuidad de esta nueva realidad, o volveremos a recuperar esa otra versión del deporte que imperaba hasta ahora. Sea cual sea la respuesta, lo que sí está claro es que necesitaremos este plan Madrid, una región en forma para reactivar y revitalizar el sector deportivo después de esta importante crisis provocada por el COVID-19.