El 2 de Mayo es un día especial para los madrileños. Y este año lo es más que nunca por las circunstancias a las que nos ha empujado el coronavirus. La pandemia del COVID-19 está obligándonos a dar lo mejor de nosotros mismos una vez más y a sacar a la luz las virtudes que hemos demostrado en tantas ocasiones: capacidad de sacrificio, espíritu solidario y, por encima de todo, un ánimo inquebrantable incluso en las peores circunstancias.
La nuestra es más que una actitud: los madrileños somos así. No importa si uno nace o ‘se hace’ gato, porque la libertad y la acogida que brindamos a los recién llegados nos es devuelta, casi de inmediato, en forma de entrega y capacidad de resiliencia. Madrid te recibe y te sostiene tan fuerte que es imposible no devolverle el abrazo.
Por eso, ahora que el COVID-19 nos ha golpeado, es el momento de recordar que si algo demuestra nuestra historia es que los madrileños no dejamos de levantarnos por mucho que nos sacudan la barbarie, la tragedia o los avatares de destino.
Apenas dos meses después de los terribles atentados del 11 de marzo de 2004, los madrileños dedicamos el día de nuestra Comunidad a los 193 muertos y más de 2.000 heridos que sufrieron aquella terrible jornada. Pero en aquel 2 de Mayo también expresamos nuestro reconocimiento y admiración hacia el personal sanitario, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y todos los que, con nombre propio o como individuos anónimos, dieron lo que tenían para que pudiéramos superar el dolor.
Hoy, transcurridos 16 años, nos vemos obligados nuevamentea transformar una jornada festiva en un día de profundo duelo y reconocimiento por los más de 8.000 conciudadanos que el COVID-19 nos ha arrebatado y por los que se siguen jugado la vida ahí fuera para mantenernos a salvo. A todos ellos les debemos un recuerdo eterno y una gratitud incalculables; especialmente, ala generación de nuestros padres, que ha sido devastada por el virus después de una vida de entrega y sacrificio. A vosotros: nunca os olvidaremos, porque sois el ejemplo a seguir.
Por todos ellos debemos dar un paso al frente y obrar con un plus de responsabilidad. Nos hemos sacrificado en lo personal y nos hemos mantenido firmes hasta doblegar la curva de contagios. Apoyándonos unos a otros hemos sentado las bases para salir de este trance más fuertes que antes, sin dejar a una sola familia, autónomo o empresa atrás.
La desescalada no ha empezado, aunque ya se atisba en el horizonte. Nos toca ahora a los políticos, a los representantes públicos, estar a la altura de las circunstancias y demostrar, como ha hecho el resto de los ciudadanos, que somos capaces de arrimar el hombro y de remar en una sola dirección. Solo así lograremos que Madrid tire del carro de nuestro país y lidere, como siempre ha hecho, el bienestar, la libertad y la prosperidad de España.
Pero, hoy, los protagonistas de la jornada son los madrileños. Aprovechemos la celebración y los homenajes de este 2 de Mayo de 2020 para resurgir, una vez más, siendo mejores.