La Comunidad de Madrid realizará test para detectar el coronavirus a sanitarios y a sus familias, pero también hará una tanda de pruebas selectivas para saber cómo ha evolucionado el virus entre quienes lo han padecido. «Tenemos que estudiar la epidemia para saber cómo funciona y cómo va a evolucionar», ha afirmado Isabel Díaz Ayuso tras visitar este sábado el hospital provisional de Ifema tras recibir el alta una vez superado el Covid-19.
«Madrid va a ir contra el virus ahora a través de tests selectivos y masivos a la población pero estudiándolo y mientras seguimos investigando; lo que vamos a hacer es convertir a Madrid en una región segura y para eso se pondrán todos los efectivos, para conocer las cifras reales, para saber cómo se propaga, para saber qué ha sucedido, y para que a partir de aquí las medidas de confinamiento que se pongan en marcha se hagan con un sentido y una estrategia y podamos pronto recuperar la normalidad», ha afirmado.
La presidenta ha insistido en que los test han sido probados en España para garantizar su calidad, y se van a empezar a realizar al personal sanitario ya sus familias, aunque se harán también test selectivos que ayuden a conocer cómo se comporta el virus, cómo son los anticuerpos que deja, con el fin de saber cómo va a evolucionar una pandemia que «va para largo».
«Mientras llega la vacuna y la solución definitiva, hay que saber cómo evoluciona; queremos estudiarlo y queremos que Madrid sea una de las regiones más seguras. No se puede señalar a Madrid como epicentro de la pandemia y quedarnos de brazos cruzados», ha asegurado.
Los test, según ha detallado, se realizarán a determinadas personas -a cuantas más mejor- a las que se hará un seguimiento de varias semanas para saber qué anticuerpos deja el virus, quién contagia y quién no, o cómo se propaga el virus con el calor.
Es necesario que estos test sean «masivos», y será un grupo de expertos el que decida a qué personas conviene realizarlos para que el estudio «tenga una razón de ser» y permita elaborar un plan contra el virus, porque para tomar la decisión de volver paulatinamente a la normalidad hace falta una «estrategia», y «si no, no sirve de nada».
Todo ello con el objetivo de saber más del virus y, ante la posibilidad de que haya un repunte de la pandemia en otoño, contar entonces con una «estrategia clara» para «no perder el tiempo» y que estas pruebas no se hagan «en balde».
Y ha lamentado, en este sentido, que desde el Gobierno central no parece que haya una «estrategia muy clara» y sí «muchas voces discordantes sobre el proceder del desconfinamiento sin saber qué evolución puede tener la epidemia».
Lo que va a hacer la Comunidad de Madrid es pedir a la población «durante meses, más de un año, y me apuraría a decir incluso dos años», que pongan en marcha medidas individuales de protección, sobre todo para las personas mayores o para aquellas que tienen alguna patología grave, porque «no sabemos cuánto tiempo va a estar el virus» y hay que «evitar otra ola».
Ayuso ha recalcado que la compra de test y de otro material sanitario a nivel mundial «está siendo un auténtico bazar», como «ley de la selva».
Se ha quejado, en este sentido, de que Madrid, igual que otras autonomías, se hayan visto «solas» en este mercado internacional en el que «hay países que están quitando las compras a otros países, hay fraudes o compras de material defectuoso», y ha criticado el «cuello de botella» que se produjo cuando el Ministerio decidió centralizar todas las compras, «lo que perjudicó» a las compras de las autonomías.
«Pero lo importante es que Madrid salió a los mercados y nos hemos estado peleando con otros países para traer buen material y en cantidad abundante para proteger a nuestros sanitarios», ha añadido.
Díaz Ayuso ha vuelto a criticar las «campañas despiadadas» que, según ha dicho, ha impulsado el PSOE «en muchos medios» y en las redes, llegando incluso a «acusar» a la presidenta madrileña de ser responsable de las muertes precisamente en un momento, cuando España está siendo «duramente golpeada», en el que los ciudadanos «no están para escuchar estas campañas» y el Gobierno central debería ayudar a las autonomías, «no enfrentarse a ellas».