Más de 260 ciudades, entre ellas Madrid, participarán entre el 24 y el 27 de abril en el biomaratón ‘City Nature Challenge’, un concurso anual para buscar y documentar la biodiversidad urbana, en el que los observadores participarán este año desde sus ventanas o balcones para evitar la propagación del coronavirus.
Hasta ahora hay inscritos «participantes de 261 ciudades del mundo», ha indicado el coordinador del City Nature Challenge en Colmenar Viejo, Eduardo Ramírez, quien ha explicado que en esta edición no habrá ganadores y el eslogan para esta edición es ‘Ganamos todos’.
La organización en Estados Unidos «se planteó hace un mes suspender el biomaratón este año, pero finalmente se decidió seguir adelante siguiendo las pautas establecidas por la situación de crisis sanitaria mundial».
Así, la mayor campaña mundial de ciencia ciudadana para recoger datos sobre plantas o animales se hará este año desde los balcones, ventanas o terrazas de los hogares, ha explicado Ramírez, por «la restricción de movimientos, no es posible salir a la naturaleza».
Aunque en algunos lugares «las normas de confinamiento son más relajadas, la prohibición de concentraciones masivas de gente no permitía realizar el City Nature Challenge como otros años», ha añadido Ramírez, miembro de la Asociación Naturalista Primilla (Anapri).
Las pautas de participación «son claras» debido al confinamiento: no se harán salidas a ningún lado, «esa es la premisa principal».
Por ello, este año «no habrá clasificación» de ganadores por mayoría de observaciones, más especies vistas o más reconocidas sino que «todas las ciudades ganamos, porque todos vamos a participar en las mismas condiciones limitadas».
Las observaciones que se hagan de plantas o animales entre el 24 y el 27 de abril se deben subir hasta el 4 de mayo a las plataformas Natusfera o iNaturalist, dos aplicaciones que recogen las fotografías o sonidos de los participantes.
Una vez analizadas las observaciones por expertos y clasificadas con la respectiva identificación de cada especie, un trámite de unos tres meses aproximadamente, se volcará esa información en la Global Biodiversity Information Facility (GBIF), una herramienta de consulta en todo el mundo.