El grupo de investigación Covinirs, compuesto en parte por científicos de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y de la empresa Boscalia Technologies, ha ideado un novedoso método de detección rápido y económico para el COVID-19. El proyecto está basado en técnicas estroscópicas.
El método, en fase aún de desarrollo, podría ayudar a reconocer en cuestión de minutos los casos positivos del coronavirus. Esto podría suponer “una posible solución a muchos de los problemas que presentan las técnicas de diagnóstico que se están empleando”, destaca la Universidad en un comunicado.
“La detención actual por PCR es fiable y sensible, pero relativamente lenta, cara y necesita de equipos y personal especializado para su realización”, aclaran los investigadores que también añaden que los test serológicos rápidos no cuentan con mucha fiabilidad y son más caros.
Además, en los dos casos se depende del suministro de kits y reactivos, lo que supone tener que acceder a unos fabricantes que se encuentran actualmente saturados por la pandemia. Para evitar todas estas complicaciones, el equipo de la URJC está empleando técnica de estrectoscopía del infrarrojo cercano (NIRS) que ya se usa en otros ámbitos científicos e industriales. Este método cuenta con las ventajas de la rapidez de resultados, que puede verse en menos de un minuto y la facilidad de uso.
Desde la Universidad se explica que estas prácticas no son invasivas, sino que se trata de la absorción o reflectancia de una muestra sobre la que incide un haz de luz en el rango del infrarrojo cercano.
“Dependiendo de la composición química y la estructura interna de la muestra analizada, la señal que capta el espectrofotómetro es diferente y queda plasmada en forma de un espectro que representa una huella dactilar metabolómica única”, explica el equipo.
Tras estas pruebas, mediante empleo de diversas herramientas estadísticas, se crea un modelo que pueda predecir y clasificar las muestras en pocos segundos, sin necesitar ningún tipo de reactivo y permitiendo hacer cientos de análisis diarios.
Según informa la Universidad, se ha comenzado el estudio con varios pacientes positivos y no positivos y se han alcanzado resultados favorables. “Si se dedican los medios hymanos y materiales adecuados, esta técnica podría aplicarse en cuestión de meses, proporcionando a los sanitarios una herramienta de diagnostico…”, aclara la URCJ. Además, explica que se trata de una extracción no invasiva de la nariz o la boca.
Para el proyecto, Convinirs cuenta con varia participación:
- Hospital Clínic de Valencia
- Hospital Universitario Fundación Alcorcón
- Hospital Gregorio Marañón
- Hospital Rey Juan Carlos
- Universidad Complutense de Madrid