Todos los establecimientos de la Comunidad de Madrid estarán cerrados desde este sábado hasta el 26 de marzo. Abrirán los comercios de alimentación, farmacias, gasolineras, estancos y quioscos. El objetivo, evitar la propagación del coronavirus en una región en la que la tarde de este viernes se contabilizan 64 fallecidos y más de 2.000 contagiados. La Comunidad de Madrid ha tomado esta decisión en un Consejo de Gobierno extraordinario.
Asimismo, podrán seguir abiertas las tiendas de informática, de audiovisuales, las papelerías, los comercios de productos de higiene, las tiendas de animales de compañía o los comercios por correspondencia o internet, entre otros.
Tendrán que cerrar todos los restaurantes, bares y cafeterías, excepto los ubicados en establecimientos hoteleros «o en el interior de las instalaciones destinadas a la prestación de servicios públicos».
El Gobierno de la Comunidad de Madrid también ha permitido que todos los restaurantes, bares y cafeterías puedan mantener el reparto a domicilio o la recogida en local para el consumo de los productos en casa.
En estos casos, la permanencia en los establecimientos deberá ser «la estrictamente necesaria» y se controlará que consumidores y empleados «mantengan la distancia de seguridad establecida a fin de evitar posibles contagios».