9 de marzo, día de reflexión después de que este domingo miles de mujeres se manifestaran por todo el mundo para pedir una sociedad más igualitaria.
Sigo reflexionando en todo el camino que nos queda por recorrer, y me entristece ver como seguimos cuestionando un día en el que se reivindican los derechos de la mujer. Es triste tener que seguir reivindicando esta igualdad y esta libertad que se supone que ya tenemos en España según much@s
Es triste que haya mujeres aún que sigan viviendo con miedo, miedo no sólo por violencia machista, ni por salir a la calle de noche sino miedo por decir en su trabajo que están embarazadas, miedo por no saber qué hacer cuando sus hijos se ponen enfermos y no pueden pedir días para cuidarlos por temor a ser despedidas, miedos a pedir jornadas laborales reducidas para conciliar, miedo a no ser valoradas en sus trabajos, miedo a elegir cuidar de sus hijos y reincorporarse a un mercado laboral que les va a dar de lado, miedo a sentirse indiscriminadas no sólo por ser mujeres y tener derecho a ser madres, sino por obligarles siempre a elegir.
El 8 de marzo, no sólo lleva una reivindicación de igualdad, no pedimos ese sentido tan literal de la frase: “Hombres y mujeres no somos iguales”, pero sí reivindicamos paridad, libertad para poder elegir. Pedimos medidas de conciliación, una palabra que aunque se ha puesto de moda, se queda sólo en eso, en una palabra. La brecha salarial, la falta de representación femenina en los altos cargos, la posición de desventaja que tenemos las mujeres en la empresa, hacen del 8 de marzo un día necesario para seguir reivindicando.
En la mayor parte de los casos, sigue existiendo una insuficiente implicación de los hombres en el hogar, lo que hace que las personas que se reducen las jornadas laborales o que piden excedencias para cuidar de los hijos o familiares dependientes sean las mujeres, y esto está claro que merece unas medidas de conciliación…ay no que eso no existe…ya me lo dijo un amigo…¿qué es la conciliación? Igual que los Reyes Magos…
El feminismo no es sólo cosa de mujeres, pero no debería existir una mujer que no apoyase el feminismo.
Juntas somos más fuertes, Juntas sin pisarnos ni dejar que nos pisen, juntas podemos conseguir avanzar en esta sociedad y olvidarnos que una vez tuvimos que pedir igualdad.