La Puerta del Sol cambiará muy pronto de cara. Y lo hará para convertirse, como ha afirmado el alcalde madrileño José Luis Martínez Almeida, en el «ágora» del kilómetro cero de España con un espacio peatonal, más ordenado y luminoso.
«A lo largo de este año lo que vamos a hacer es poner en marcha el proyecto de 2014 y eso implica abrir todo un periodo de consultas, también con los comerciantes que ahora mismo están en la Puerta de Sol y su entorno, para poder tratar de llegar a un acuerdo que permita la ejecución de este proyecto a lo largo de 2021«, afirmó ayer Almeida en la presentación de ‘Piensa Sol‘.
Almeida ha enmarcado el proyecto como un «compromiso» dentro del plan anticontaminación Madrid 360, que se llevará a cabo «recuperando» una propuesta que en 2014 quedó en el aire por el cambio de gobierno municipal y que ahora servirá de «base» para el proyecto definitivo.
Bajo los axiomas ‘limpia, brilla y da resplandor’ y ‘menos es más’, la peatonalización se hará buscando recuperar el orden de la Puerta del Sol, al reagrupar elementos como las estatuas o los quioscos.
«Lo importante es limpiar y ordenar la plaza, recuperar el carácter de foro, de lugar de reunión, de ágora y testigo de eventos históricos», han dicho los arquitectos ganadores del concurso internacional, Ignacio Linazasoro y Ricardo Sánchez.
Para «recuperar el carácter original de la plaza» es necesario «conocer su historia», han incidido, y ser conscientes de que ha pasado de ser un «espacio lleno de vida y ebullición» a ser una plaza «caótica, desorganizada y con elementos antiestéticos».
En este sentido, en el arco norte se situaría una zona estancial formada por bancos de piedra que delimitarían el área comercial respecto al vacío central, lo que permitiría definir un eje comercial, garantizando así una cierta autonomía de las funciones comerciales respecto al centro de la plaza.
Otros elementos de la plaza ocuparían el centro del espacio, pero en la banda este-oeste, mientras que los monumentos se situarían en el arco norte y en el eje lineal este-oeste.
Las estatuas de la Mariblanca y del Oso y el Madroño estarían en el arco norte, delimitando el área de bancos que serviría de basamento a los monumentos, y la estatua ecuestre de Carlos III se dispondría en el eje lineal este-oeste en posición girada, focalizando la portada de la Real Casa de Correos.
En ambos extremos del eje lineal este-oeste se localizarían dos pabellones contenedores de los kioscos, ascensores, y salidas del metro, una solución que pretende acabar con la dispersión y se remataría el eje a la vez que se dejaría libre el resto de la plaza.
Estos pabellones contenedores recuperarían la memoria de los antiguamente existentes, que resultaban por su escala mucho más adecuados al espacio que los actuales.
Asimismo, se propone una iluminación homogénea de los edificios que delimitan la plaza y un tratamiento unitario de los bajos comerciales para devolver a la plaza la integridad que nunca debió perder.
Para la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, la capital «va a ser más vivible en tres años» gracias a la «apuesta» del Gobierno de coalición de «transformar» la ciudad, partiendo del «kilómetro cero» de «cambiar Sol, convirtiéndola en una plaza habitable, diáfana, abierta, vivible«.
«Queremos un Madrid donde se pueda vivir, pasear, porque nuestra personalidad es de salir a la calle, de vivir», ha dicho Villacís, y ha recordado que la corporación municipal «ha apostado» por desbloquear la zona norte con la conocida como Operación Chamartín, y seguirá en esa dirección con futuros proyectos como la remodelación de la plaza de Carlos V para demostrar que «el eje cultural de Madrid no termina en Atocha».
El Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) será aliado en este proceso a partir de un periodo de colaboración con el Ayuntamiento de Madrid que se ha abierto con la Puerta del Sol, y que continuará con la «reflexión y transformación» de una serie de espacios emblemáticos de la urbe a través de futuras convocatorias de concursos internacionales.
«Madrid necesita abordar sin miedo y de inmediato políticas que minimicen la contaminación y potencien la actividad física», ha dicho la decana del COAM, Belén Hermida, sobre el futuro de la ciudad que pasa por «reinventar la movilidad, mejorar el espacio a la vivienda, incorporar el verde productivo y diversificar la oferta de servicios».