La Comunidad de Madrid iniciará el próximo lunes, día 27, un proyecto piloto en seis líneas de autobuses interurbanos nocturnos por el cual las mujeres y usuarios menores de edad podrán solicitar apearse, dentro de la ruta, en una ubicación segura y cercana a su domicilio.
El consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras, Ángel Garrido, ha explicado a los medios tras presentar la campaña de Metro para el Año Nuevo Chino que el proyecto piloto, que durará tres meses, se pondrá en marcha en seis municipios de la región: Pinto, Valdemoro, Leganés, Fuenlabrada, Parla y Las Rozas.
Las líneas de autobuses interurbanos nocturnos en las que se implantará el proyecto son la N401 (Pinto-Valdemoro), la N802 (Leganés, Vereda de los Estudiantes), N803 (Fuenlabrada, Barrio del Naranjo), la N804 (Fuenlabrada), la N806 (Parla) y la línea N903 (Las Rozas-Monte Rozas).
«Bastará con advertir al conductor de que pare un poquito más adelante», ha indicado Garrido sobre esta propuesta que «permitirá que una mujer o un menor solicite fuera de las paradas establecidas que pare el autobús para poder evitar problemas que pudieran surgir».
El objetivo, ha subrayado, es «apostar por dar mayor seguridad y tranquilidad a colectivos que desgraciadamente pueden ser susceptibles de que sufran algún tipo de violencia o susto».
«En la medida en que esté en nuestra mano evitarlo, lo vamos a hacer», ha apostillado el consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras.
El Gobierno regional abunda en un comunicado que el Consorcio ha establecido varios requisitos para garantizar que las paradas a demanda se realizan con la máxima seguridad para todos los viajeros, por lo que, en este sentido, sólo podrán solicitar la parada mujeres y menores de 18 años en un punto incluido en el itinerario de la línea, en ámbito urbano.
Deberán comunicar personalmente al conductor, con una parada de antelación, el lugar donde deseen bajarse y situarse en la parte delantera del autobús, ya que sólo se podrá descender por la puerta delantera del vehículo.
Además, para que pueda hacerse la parada a demanda, debe haber una acera con una anchura mínima de 1,5 metros y, en caso de necesitar utilizar la rampa para sillas de ruedas, el conductor indicará si reúne las condiciones necesarias para poder desplegar la rampa o propondrá un punto de desembarque alternativo que sí reúna las condiciones.
A la hora de parar a petición de un viajero, el criterio del conductor será el que prevalezca, añade el Gobierno autonómico, que apostilla que en líneas generales no se harán paradas en lugares que generen situaciones de riesgo como los que estén situados a menos de cinco metros de una esquina, cruce o bifurcación.
Tampoco podrán apearse los usuarios en pasos de vehículos o de personas, lugares donde se impida la visibilidad, ni en glorietas, medianas, isletas o pasos a nivel y lugares donde esté prohibido reglamentariamente.
El proyecto piloto se mantendrá durante unos tres meses, lo que servirá para evaluar la aceptación de esta iniciativa y para ir perfilando su modo de funcionamiento.
El Consorcio valorará, de forma mensual, la evolución de este piloto a partir de informes quincenales por parte de las líneas de autobús y de los ayuntamientos participantes.