Cosas sabidas de Drácula y otras que nadie imaginaba construyen la versión teatral que ha hecho Ramón Paso del clásico de Bram Stocker, una pieza de «suspense sexy» para «gente sensible» con la que «arriesgan mucho» en un mundo en el que «solo se montan comedias para que las hagan cuatro caras conocidas».
«Drácula. Biografía NO autorizada», podrá verse en el teatro Fernán Gómez de Madrid, con once actores en escena: Jacobo Dicenta, Ana Azorín, Juan Carlos Talavera, Inés Kerzan, Ángela Peirat, Jordi Millán, David DeGea, Ainhoa Quintana, Lorena de Orte, Guillermo López-Acosta y Laura de la Isla.
«Hace muchos años que no se veía en el teatro español una producción así, es decir totalmente privada y con tantísimos actores», ha asegurado en la presentación de la obra Paso, que ha lamentado que ahora el teatro «subordine calidad a publicidad, fama a prestigio».
La financiación, ha añadido sobre ese particular, «sale de la compañía y del esfuerzo de todos». «Hay un nivel de riesgo tremendo».
En este montaje, basado en el libro de Stocker y en otros mitos góticos, la compañía, PasoAzorín Teatro, ha huido «de los efectos especiales» para centrarse «en cómo se desenvuelven los vampiros».
«Es un espectáculo nuevo que no va a decepcionar porque va a mostrar a Drácula a quienes le conocen bien ya, y a quienes no saben mucho del asunto, y todo con mucho humor ácido y mucho amor», ha detallado.
La dramaturgia de la obra es «casi como un guión de cine; las escenas se funden a través de la iluminación», de Carlos Alzueta, y el espectador recorre más de 500 años, de 1400 a 2020, pasando por Valaquia (Rumanía), Londres y Madrid.
Drácula, ha enumerado Paso, representa «lo que no se puede hacer, el aullido a la luna, la fantasía, la naturaleza contra el progreso, la tentación, la seducción de las vírgenes, las relaciones imposibles…».
A Joaquín Dicenta le ha correspondido interpretar a un Drácula «de 537 años», muy humanizado, casi «gamberro», que se siente en el siglo XXI «desolado y perdido» porque la idea de partida es: «¿Y si Drácula no pereció atravesado su corazón por el cuchillo de Quincey P. Morris?».
Así aparecerá tanto en su castillo de Transilvania, junto a Jonathan Arker -Jordi Millán-, como en la antigua Valaquia, enamorado de una princesa empalada -Inés Kerzán-, en Londres enfrentado a su perseguidor, el profesor Van Helsing -Juan Carlos Talavera- y en Madrid, convertido en una estrella de rock.
«Me interesaba mucho ver dónde había surgido el mito de Drácula, esos actos de maldad absoluta. Cuando empezaba, lo primero que escribí fue sobre vampiros. Vengo de una infancia asmática en la que leía y leía, sobre todo literatura gótica. De ahí, a darle en las narices a todos los que me decían que los vampiros no interesan a nadie», ha explicado Paso.
La escenografía, que firma María Fernández, no es naturalista en absoluto y se apoya mucho también en la luz: «Es muy bella de ver; este montaje es el más poético que hemos hecho nunca», ha asegurado Paso.
La compañía ha organizado los días 29 y 30 de enero un taller de artes escénicas en el que «enseñarán» cómo interpretar a un vampiro, a representar «lo sobrenatural en el teatro», dirigido a profesionales y amateur y al que se puede acudir con el solo requisito de haber comprado una entrada para «Drácula. Biografía NO autorizada».