Pablo Remón, candidato al Premio Goya al mejor guión adaptado por «Intemperie», dirige por primera vez un texto que no es de él, «Doña Rosita la soltera», de García Lorca, una especie de «cara B» de las tragedias lorquianas canónicas en la que «parece que no pasa nada, y lo que pasa es el tiempo».
«Doña Rosita, anotada», como él la ha titulado, se estrena el día 7 en Teatros del Canal, donde estará hasta el 29 de diciembre, protagonizada por Fernanda Orazi en el papel de Doña Rosita y por Fernando Carril y Manuela Paso en el del resto de personajes.
El antagonista en su versión libre de una de las últimas obras de García Lorca, escrita en 1935, es el tiempo, el que va «arrasando un poco los ideales de juventud».
La historia que Remón -«Los Mariachis», «El tratamiento», «40 años de paz»- ha versionado cuenta la historia de una mujer provinciana que se promete con su primo, que tiene que emigrar a Argentina y ella le espera, sin más.
Remón hace «una destilación» de la propuesta de García Lorca en la que carga, precisamente, en ese tiempo suspendido y ese aroma de España de provincias, de España mesetaria, a la hora de la siesta.
El autor ha reducido los personajes y todos los papeles masculinos serán interpretados por Francesco Carril, es decir que siendo él el novio, un personaje que apenas aparece en el original, estará presente prácticamente toda la obra en el cuerpo de otros hombres.
Es un costumbrismo llevado al extremo, una especie de comedia dramática «que puede parecer tan chejoviana como pinteriana, reflejo de que Lorca es un puente perfecto entre el autor de ‘Tío Vania’ y Pinter», asegura Remón.