Susi Sánchez, María Morales, Nerea Barros, Mónica Bardem, Elena Seguí, Concha Espejo y Rosalía Castro son las actrices que protagonizan «Todo lo que está a mi lado«, un experimento escénico para siete personas, que viven con ellas dentro de una cama una impactante reflexión sobre la memoria y el afecto.
Es la trigésima vez en siete años que se pone en escena esta instalación/performance del argentino Fernando Rubio, que en cada ocasión ha acudido a actrices de la ciudad en la que se ofrecía el espectáculo. Todo dentro del marco del Festival de Otoño, y programado para los días 15, 16 y 17 en los Teatros del Canal.
No se puede desvelar prácticamente nada de lo que la actriz le cuenta en la cama al espectador una vez que se ha despojado de zapatos y móvil y advertido de que debe estar tumbado todo el tiempo, en silencio y que se tiene que levantar cuando oiga «hasta pronto».
La actriz y el espectador o espectadora viven en intimidad absoluta durante diez minutos, los que dura la pieza, un texto «escrito y fijado» que repiten todas por igual: «Es una voz que se replica en muchos cuerpos», describe Rubio.
La experiencia se repite cada quince minutos, aproximadamente, de forma cada día son más de cien las personas que pasan por las camas, que se renuevan en cada ciudad y que en esta ocasión están instaladas, en círculo, en el vestíbulo de la Sala Verde.
La obra, que se ha representado en espacios como una «excárcel», un mirador, un bosque o un canal, nació una mañana en la cama, cuando el director, dramaturgo, actor y artista visual recordó que una vez, cuando tenía 5 años, se quedó solo en la casa y que eso le impactó tanto que lo recordó constantemente hasta que tuvo 10 años.
Siempre supo que esta historia tenía que contarla con siete actrices –en Madrid se une al elenco Verónica Forqué que se turnará con una de ellas– porque lo que cuenta tiene que ver con un número que es para él especial y porque necesitaba «la fuerza, delicada y poderosa, sutil e inquietante» de la mujer.
Esta «obra móvil», que ha viajado por países como Uruguay, Holanda o Cuba y se ha visto en España en festivales de Santiago de Compostela (2013), Huelva (2016) y Valladolid (2017), proporciona la posibilidad de generar «encuentros poderosos, inolvidables» y atisbar «quiénes podemos ser estando dentro de esa cama».