Como si de una operación matemática se tratase, las elecciones del pasado 10N nos han ofrecido un resultado exacto. La división de nuestro país. La división entre españoles. La división territorial. La división ideológica. La división. La división o el sectarismo.
La izquierda radical de Pedro Sánchez y la izquierda totalitaria de Pablo Iglesias amenazan nuestro país. Y no fuimos capaces de pararla. Y ahora algunos se lamentan y se lamerán sus propias heridas. Y el centro derecha español perdió una oportunidad única para defender juntos la unidad de España y la libertad.
Pablo Casado ofreció, desde la humildad y la generosidad, un acuerdo para sumar entre todos. Para unirnos todos los que pensamos que la izquierda perjudicaría, sin duda, a los españoles. Nuestro presente, nuestro futuro, nuestra economía. Nuestra convivencia. España Suma. Una propuesta de unión desde la responsabilidad.
El Partido Popular hizo una oferta de Estado. Una oferta que si hubiese sido aceptada. Hoy estaríamos hablando de suma, en vez de una división que amenaza a todo nuestro país.
Porque actuar con sentido de Estado es lo que nos diferencia a unos de otros.
Es legítimo sentir alegría por unos resultados electorales buenos, pero es responsable reconocer que esos resultados “buenos”, políticamente hablando, no han conseguido evitar una situación mala. Pésima. Para España.
Y lo así lo dijo Pablo Casado la noche electoral.
Y por ello, por evitar esta mala situación “previsible”, el PP ofreció una suma del centro derecha en torno a la defensa de España.
Por desgracia, hace unas semanas no nos unimos en defensa de lo que suma y hoy todos miramos con la misma preocupación lo que se nos avecina.
Hoy pienso en los miles de autónomos, en los trabajadores que temen perder sus puestos de trabajo, en la economía de nuestro país, nuestros bolsillos. Pienso en esa libertad de prensa, de opinión. Pienso, también, en la confianza (hoy desconfianza) internacional. Pienso en nuestros hijos.
Hoy pienso en todo lo que pudo ser y no ha sido posible.
La división ha ganado. Y el panorama es espeluznante.
Hoy más que nunca, la Comunidad de Madrid defenderá a los madrileños y españoles que quieran prosperar, que busquen oportunidades, que quieran Libertad. Frente a un posible gobierno comunista y radical que puede salir adelante. Madrid tendrá a Isabel Díaz Ayuso como garantía de libertad, convivencia, moderación y de políticas pensadas por y para las personas.
Mientras la izquierda divide a la sociedad, el PP seguirá defendiendo la unión y la suma. Y es esa la única lucha que seguiremos abanderando.