Cuatro años después de la congelación de las compras de este tipo de defensas para la Policía Municipal, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha afirmado que los agentes nuevos de este cuerpo, unos 85 previstos, llevarán porras extensibles en su equipo de dotación.
El objetivo, explicó, es utilizarlas cuando otros medios no violentos resulten «ineficaces» para inmovilizar, detener o impedir la fuga de una persona «que manifieste un peligro inminente de lesionar a terceros o a sí mismo y cuando deba impedirse la comisión de un delito». Complementarán a los doscientos dispositivos Taser que el líder popular se comprometió a comprar el pasado septiembre.
Almeida ha querido restar importancia al tema, y tras participar en la apertura de la cumbre Shopping Tourism and Economy Madrid ha afirmado que se adquirirán simplemente para que los policías locales «puedan hacer su trabajo; para garantizar la convivencia y el cumplimiento de las ordenanzas».
Este tipo de porras ya fueron utilizadas por los agentes municipales durante el Gobierno de Ana Botella entre 2011- y 2015. Sin embargo, y tal y como se señalaba, no hubo compras de este tipo de elementos con Manuela Carmena en la alcaldía y de ahí la necesidad, según el Ayuntamiento, de adquirir nuevo material.