Conocer cómo influyeron los lugares donde vivió -Málaga, Segovia o Roma- así como su admiración por el cine, esto es lo que muestra «María Zambrano y el método de los claros», una exposición basada en fragmentos del documental que aborda faceta vital de la filósofa y pensadora malagueña.
Desde este miércoles y hasta el 19 de enero el Círculo de Bellas Artes de Madrid, en su Sala Minerva, acoge esta muestra audiovisual que reúne material de trabajo perteneciente a «El método de los claros», dirigido por José Manuel Mouriño y que se emitirá -aún sin fecha- en el programa «Imprescindibles» de TVE.
«Lo que planteamos es sugerir el índice sobre el que trabaja el documental para que el espectador pueda palpar esos hilos y los pueda trenzar», ha contado Mouriño durante la presentación de esta muestra en la que el espectador solo tendrá que ver y escuchar el material que se proyecta en cada una de las pantallas que visten esta sala del Círculo de Bellas Artes.
Material que está compuesto por grabaciones sonoras o videográficas con entrevistas a la pensadora, fotografías familiares y periodísticas o fragmentos de documentales cinematográficos, todo parte de ese documental en el que Mouriño ha invertido más de seis años.
En concreto «El método de los claros», título que recuerda al libro «Claros del bosque» de la veleña (Vélez-Málaga, Málaga, 1904 – Madrid, 1991) llevará al visitante a Málaga, Segovia, Roma, Ginebra, Atenas o la Villa delle Ginestre de Nápoles, donde vivió y también a la película «El espíritu de la colmena» (1973) de Víctor Erice, por la que la malagueña tenía admiración.
Además hay testimonio de, entre otros, Fernando Savater, Marifé Santiago y Orlando Blanco. Se ven a unos jóvenes José Ángel Valente y José Miguel Ullán hablando sobre Zambrano, porque fue con ellos con quien tuvo una estrecha relación durante su estancia en La Pièce (Francia), uno de los lugares donde vivió su exilio.
Un tema en el que profundiza la exposición ya que tuvo gran presencia en la obra de la filósofa, quien regaló reflexiones como «el exiliado es objeto de mirada antes que de conocimiento».
Por eso protagonizan la propuesta grabaciones de la llegada en 1984 de Zambrano al aeropuerto de Barajas, tras cuarenta y cinco años en el exilio; una etapa que contrapone la muestra con la de la huida hacia Francia de republicanos españoles, como ella, 1939.
«Volvió a España cuando hubo una televisión pública que pudiera recoger su llegada», ha puntualizado el director de este trabajo que se convertirá en película.