Durante dos horas, Felipe VI y doña Letizia han conocido en Arganda del Rey las consecuencias de las lluvias torrenciales del 26 de agosto y 15 de septiembre. Centenares de vecinos han agradecido el gesto de los reyes saludándoles y vitoreándoles a su paso.
Con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el ministro de Agricultura, Luis Planas; y el alcalde de Arganda del Rey, Guillermo Hita, esperándoles junto a otras autoridades en la plaza de la Constitución, esa ha sido la primera parada de los reyes.
Allí se han reunido en el Consistorio con la corporación local, con representantes de los cuerpos de seguridad del Estado y de emergencias que actuaron ante las riadas y con ciudadanos que las sufrieron especialmente.
Los reyes, con folios en los que han ido tomando notas, se han interesado por conocer los pormenores de los daños y de las obras que se van a realizar para evitar en el futuro situaciones similares.
La obra principal que ha de acometerse es la de ampliar el potencial del colector de aguas que ha sido el origen de las inundaciones, ya que tras la construcción de unas edificaciones en sus alrededores en los años ochenta, se redujo su caudal.
La dueña de una tienda de ropa infantil de más de medio siglo de existencia ha narrado en la reunión que la riada arrasó su comercio, y un agricultor ha explicado los daños provocados en viñedos y olivos, que ha afectado en este caso a más de un 80 por ciento de las plantaciones.
Tras escuchar esos testimonios, Felipe VI y doña Letizia han agradecido la tarea de instituciones, servicios de emergencia y habitantes y han mostrado su interés por recuperar la normalidad de la vida urbana y del campo.
Al término del encuentro en el ayuntamiento, los reyes han saludado en el exterior a responsables de Guardia Civil, policía local, agentes forestales, bomberos y sanitarios que participaron en el dispositivo y a renglón seguido han recorrido unos 200 metros estrechando manos de vecinos que se agolpaban tras las vallas que conformaban el perímetro de seguridad.
Felipe VI y doña Letizia han querido visualizar directamente el origen de las inundaciones y se han trasladado hasta el colector que no pudo asumir el caudal de agua antes de visitar tres viviendas que sufrieron daños y hablar con sus propietarios.
Los vecinos han agradecido el gesto de los reyes. Uno de ellos resaltaba que tras los malos momentos, «es bonito ver que hay personas que dedican unos minutos a mostrar su cariño».