El nuevo Gobierno de la Comunidad de Madrid ha anunciado a través de su Presidenta, la popular Isabel Díaz Ayuso, que una de las prioridades de su recién estrenado mandato será recuperar el proyecto de la Ciudad de la Justicia, cuyo futuro sigue pendiente de una decisión del Tribunal Supremo. Díaz Ayuso retomará así el plan original de esta megaestructura ubicada en la zona de Valdebebas. Este no es otro que concentrar todas las sedes del partido judicial de Madrid en un único lugar.
El proyecto (conocido en sus orígenes como ‘Campus de la Justicia’) fue idea del Gobierno de la región que salió de las urnas en 2003. A través del ‘Plan de Modernización de la Administración de Justicia de la Comunidad de Madrid’, se sentaban las bases para la búsqueda de soluciones a la dispersión de las sedes judiciales de la Comunidad y la antigüedad de muchas de ellas. Con la Ciudad de la Justicia todas las instancias judiciales (salvo las correspondientes al Estado) quedarían ubicadas en el mismo espacio. Se preveían obviamente obras de adecuación para que este quedara perfectamente comunicado por carretera, Metro y Cercanías.
Un año después, en 2004, la Presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre presentaba de manera oficial el plan de una Ciudad de la Justicia. Se preveía la construcción de un complejo de edificios sobre una superficie de más de 200.000 metros cuadrados. El 24 de enero de 2005 se lanzó la convocatoria del concurso de ideas para su anteproyecto de realización. Quedaban establecidos los requisitos que se pedían a los arquitectos para ejecutar una de las obras más ambiciosas (acto de presentación en Nueva York incluido) de las últimas décadas.
Se presentaron más de 300 propuestas y, tras meses de deliberaciones, en julio de 2005 se eligió la de edificios circulares de Frechilla y López-Peláez. Se definía como ‘un jardín común y a la vez un microclima en el que se asienta un conjunto de edificios, que podrían ser realizados por otros arquitectos y en momentos distintos’. De este modo se daba cabida, tal y como se pretendía, a la participación de grandes arquitectos como Norman Foster, Santiago Calatrava o Zada Hadid.
En enero de 2007 se colocó la primera piedra de la Ciudad de la Justicia y apenas un año después se puso la última. Sólo se construyó una estructura, el Instituto de Medicina Legal obra de Alejandro Zaera-Polo, quien pidió además que lo desligaran del proyecto. Un edificio que, por cierto, costó 19,3 millones de euros y a día de hoy sigue sin uso. Desde entonces no ha habido ningún avance, pero sí ha dejado por el camino pérdidas millonarias, algunos intentos por revitalizar el proyecto y muchas denuncias. Hasta su paralización en el año 2015.
Ahora queda esperar al mencionado fallo del Tribunal Supremo sobre el recurso interpuesto por las empresas concesionarias de la Ciudad de la Justicia. Cuando llegue, a finales de año, podremos conocer el futuro inmediato del complejo. Lo que es evidente es que es necesaria una solución capaz de agilizar el sistema judicial de la Comunidad de Madrid. Veremos si esta vez es la definitiva.