El teatro Victoria trae otro nuevo éxito a la capital bajo la dirección de Paloma Mejía. Federico García Lorca y su Bernarda llegan a Madrid hasta septiembre. La obra de teatro que el autor no consiguió ver representada hará una critica vigente tanto en el momento de escritura de la obra, 1936, como en la actualidad.
La obra dramática que ya ha sido representada en numerosas ocasiones por la fuerza que tiene debido a su simbolismo y capacidad de crítica representa a la España rural de principios del siglo XX. La obligación a mantener un luto durante ocho años simplemente por cuidar las apariencias es la principal trama de Bernarda Alba y sus cinco hijas. Cada una de ellas representa una manera de ser y ninguna de ellas es aceptada por Bernarda, la madre. El conflicto con la madre une a las hermanas, aunque esto no evita que también los tengan ellas principalmente por el amor y la libertad.
Los colores cobran un gran valor en esta obra que refleja el papel secundario de la mujer en nuestro país. De este modo Lorca y su Bernarda llegan a Madrid para mostrarnos aquello que no parece haber cambiado tanto, la preocupación por mantener las apariencias. También se dan muchos más temas como la lucha por la libertad, el poder, la envidia y el odio. La simbología aparece, también en la obra a través de los nombres romanos que decide poner a sus personajes de modo que el nombre le atribuya una cualidad y manera de ser.
Lorca y su Bernarda llegan a Madrid siendo representados por actores veteranos y jóvenes promesas de la compañía. Representarán la obra dramática que durará 90 minutos en el Teatro Victoria (calle Pez 17) desde 13 euros.
La compañía teatral Paloma Mejía Martí ya ha despuntado en anteriores ocasiones con las clásicas obras Los miserables de Víctor Hugo, La señorita Julia de August Strindberg o El conde de Montecristo de Alejandro Dumas.