La calle de la Bola es una vía que pertenece al barrio de Palacio. Esta une la plaza de la Encarnación y la calle de Torija. Una calle donde reina la tranquilidad dentro del distrito Centro de la capital.
Curiosamente, la calle de la Bola fue el lugar donde se imprimieron las proclamas para la huelga de agosto de 1917. Esta se refiere a una huelga general revolucionaria convocada por la UGT y el PSOE, que tuvo lugar en el contexto de la crisis de 1917 durante el reinado de Alfonso XIII.
SU HISTORIA EN SUS NOMBRES
Durante el siglo XVII, su nominación fue calle de la Encarnación, según lo indicaban los planos de Texeira de 1656. Este nombre se debía a que servía de acceso al vecino convento de ese mismo nombre.
Asimismo, durante la revolución del siglo XIX fue conocido como la calle del general Malcampo. Se bautizó así por el general de la marina José Malcampo. Este general se implicó en el alcance del periodo del Sexenio Revolucionario. Fue marqués de San Rafael, marinero español y presidente del Consejo de Ministros durante el breve reinado de Amadeo I.
El origen de su nombre actual no está muy claro, como es habitual, y existen varias versiones. Con la denominación de calle de la Bola ya apareció en el plano de Espinosa de 1769. Una de ellas cuenta que existía una bola de piedra la cual funcionaba como guardacantón -objeto que servía para resguardar de los carruajes las esquinas de los edificios-, común en aquella época.
Asimismo, otra versión, más legendaria, habla de la existencia de un juego de bolos en aquel lugar. Para señalar el mismo, había una bola colgada a la entrada de la calle. Al parecer, cierto día el viento desplazó la bola hasta la calle de Alcázar. Durante su recorrido, rompió los cristales de la habitación del príncipe don Baltasar.
RESTAURANTE DE 1870
Actualmente la calle de la Bola es muy conocida gracias a un local con el mismo nombre ubicado en el número 5 de la vía. El Restaurante La Bola es popular debido a su plato estrella, el cocido madrileño.
Y es que es uno de los restaurantes más antiguos de la capital donde se puede comer auténtico cocido madrileño en puchero. Esto se debe a su método de elaboración. Siguen cocinándolo como antaño en horno de leña, lo que le da ese sabor especial. Forma parte de los tantos platos típicos madrileños que ofertan en su carta.
Su fundadora fue Cándida Santos, una asturiana conocida como ‘la Rayúa’ que pertenecía a la familia Verdasco. Hoy en día el local conserva una apariencia tradicional que recuerda a épocas pasadas. Al frente del restaurante, siguen las generaciones de Santos.
OTROS EDIFICIOS DE LA CALLE DE LA BOLA
Así, las fachadas de los distintos palacios señoriales siguen perviviendo en algunos edificios. En los inicios del siglo XX, el cronista Pedro de Répide recordaba la calle de la Bola debido justamente a estas fachadas.
Asimismo, el jardín y la terraza del palacio del Duque de Granada de Egea da a la calle de la Bola. El antiguo edificio palaciego del siglo XIX fue convertido en hotel en la década de 1980. En 2015, se realizó una importante reforma del edificio y fue reabiertó como Gran Meliá Palacio de los Duques. Es un hotel de cinco estrellas que sigue hoy en día y presenta nueve reproducciones de cuadros de Diego Velázquez en su interior.
Asimismo, algunos edificios de la vía forman parte de la historia de la enseñanza e instrucción pública. En su número 6, desde 1941, estuvo el Colegio San Ignacio. De igual modo, a principios del siglo XXI se asentó una sección del I.E.S. Santa Teresa de Jesús. La fachada de este edificio fue construido en la década de 1910 como viviendas.