Era una de esas propuestas de remodelación que parecía no iba a llegar nunca, pero, después de votaciones por parte de la ciudadanía y muchas cuestiones técnicas aparentemente solventadas, ya han dado inicio, por fin, las obras que darán una nueva vida a la Plaza de España de Madrid. Lo han hecho en concreto este lunes día 6, con el desmontaje de la fuente del Nacimiento del Agua (la cual se reubicará frente a la iglesia de San José y Santa Teresa) y de los elementos del solado de granito.
Es sólo el primer paso de un plan que tendrá un coste de 62 millones y un plazo de ejecución de 21 meses (está previsto que la reforma concluya en febrero de 2021), habiéndose previsto varias fases para su desarrollo. Las primeras en dar inicio serán las zonas 1 y 2, de un total de seis. La primera es la que comprende el área concreta de la Plaza de España, es decir, la propia plaza junto a la acera y la calzada frente al edificio España, junto a la calle paralela a la Torre Madrid, además de la nueva calle de coexistencia en la zona Norte. La segunda, por su parte, es en la que se incluye la mayor parte de la plaza, hasta el viaducto existente, y toda la prolongación desde Ferraz hasta Bailén.
No es necesario que se haya acabado con las obras de estas dos zonas para que comiencen los trabajos en las otras cuatro. La zona 3 incorpora el resto de la plaza de España hasta las fachadas de los edificios y el enlace con el Templo de Debod; la cuarta zona está formada por el paso elevado, los jardines de Sabatini, la calle de San Quintín y la cuesta de San Vicente, incluyendo unos nuevos ascensores que se ubicarán a ambos lados de esta calle. En la zona cinco está incluida la calle Princesa, el entorno de la calle Duque de Liria, la calle Ventura Rodríguez y la calle Ferraz, incorporando las bocas de entrada y salida del túnel que comunican esta calle con la Cuesta de San Vicente. La última, la 6, incluye la plaza de Cristino Martos y su acceso desde la calle Princesa.
Lo cierto es que son muchos los detalles atractivos de los planes previstos para la ”nueva” Plaza de España, empezando por unas aceras mucho más amplias o la plantación de más de mil trescientos árboles entre los que habrá especies como ciruelos, abedules, almendros o cipreses. La actual galería comercial del parking desaparecerá, y en su lugar habrá otra más grande, que tendrá además acceso al Metro. El aparcamiento será por su parte más sostenible, apostando por un menor impacto medioambiental, del mismo modo que los sistemas de iluminación de la superficie serán de alta eficiencia energética. Será asimismo una Plaza de España muy enfocada a los peatones, con un total de 59.970 metros cuadrados (ocupados en su mayor parte por zonas de juegos para los niños, zonas de ocio, bancos etc.) destinados a estos usuarios.
Las palas han comentado a trabajar a veinte días de las elecciones municipales, con un mensaje por tanto claramente de campaña, pero ello no impide que la mayoría de madrileños vean con buenos ojos esta “modernización” de un lugar de la ciudad que había quedado injustamente olvidado. Aún no sabemos cómo quedará más allá de las recreaciones, pero indudablemente tiene buena pinta. En 2021 saldremos de dudas.