La Semana Santa ya ha comenzado para miles de madrileños y para otros tantos lo hará el próximo miércoles. Pero, para aquellos que aún estén en Madrid y que por un motivo u otro tengan que coger la A-5, la ahora famosa “autovía con semáforos”, puede que empiece con un toque al bolsillo si no tienen el suficiente cuidado.
La razón es que, desde este martes, 16 de abril, el radar de tramo ubicado entre el punto kilométrico 4+000 y 5+750 del Paseo de Extremadura comenzará a multar, tras un periodo de transición que comenzaba el día 15 de febrero. Desde esa fecha, lo único que se hacía por parte del área de Medio Ambiente y Movilidad era avisar a los conductores de que habían incurrido en exceso de velocidad, pero a partir de ahora ese aviso vendrá acompañado de la correspondiente “receta”.
Se hace así por tanto cien por cien efectiva una de las medidas impulsadas desde Ahora Madrid (tras su acuerdo con el PSOE en 2016) para atenuar el impacto del tráfico en esa zona de Madrid, muy castigada por el continuo tránsito de coches. Sin embargo, nunca llueve por supuesto a gusto de todos y miles de vecinos de localidades como Móstoles, Alcorcón o Arroyomolinos, ya han mostrado su descontento por los trastornos que les están generando todas estas medidas. No en vano, se estima que son más de 120.000 los usuarios que a diario utilizan esta vía y que ahora ven cómo el riesgo de peaje en forma de multa aumenta de manera exponencial.
Sea como fuere, y guste más o menos, la realidad es que tendremos que acostumbrarnos a circular por la A-5 como si fuéramos por la Castellana. Y, sobre todo, a tener que medir al milímetro nuestra fuerza del pie sobre el acelerador, no sea que nos pille el radar situado justo después del túnel de la M-30, el recién implantado de tramo y nos saltemos un semáforo. Y ya nos hipotequen las vacaciones de Semana Santa… y de verano porque han vuelto a hacer el agosto con nosotros.