En la era actual de Internet, la privacidad se ha convertido es un bien muy estimado. A través de las redes sociales nosotros mismos exponemos nuestra vida diaria. Es nuestra decisión para hacerlo.
No obstante, hay otras cuestiones en las que nuestro permiso no está implícito o desconocemos que pueda ocurrir. Por ello, es conveniente saber cómo funciona la tecnología que hoy en día usamos.
Nuestros propios teléfonos móviles de Android desde el momento en el que lo compramos puede suponer riesgos para nuestra privacidad, según ha revelado un estudio. Este ha sido desarrollado por tres investigadores de tres centros diferentes: Universidad Carlos III de Madrid, Instituto Internacional de Ciencia Cumputacional de la Universidad de Berkeley y el instituto IMDEA Networks. Su informe está disponible online en inglés.
Para ello, los investigadores estudiaron los móviles de 2.748 usuarios, los cuales abarcan más de 1.700 modelos telefónicos y cubre 130 países de los principales mercados de Android.
LAS VULNERABILIDADES
En el informe detallan que el código de Android carece de transparencia y ha facilitado el desarrollo de vulnerabilidades en relación a datos y servicios sin el consentimiento o conocimiento del usuario. Las aplicaciones preinstaladas son las que están desde el primer momento en el dispositivo móvil.
El código abierto de Android, así como la complejidad de su sistema, son algunos de los de la puesta en peligro de la privacidad de los usuarios. El estudio llega a ser un peligro “para la seguridad debido a un abuso de privilegios o como resultado de prácticas de ingeniería de software deficientes que presentan vulnerabilidades y puertas traseras peligrosas”.
Y es que comprar un móvil con el sistema Android supone sumergirse dentro de las Google Apps -en el caso de que este dispositivo esté certificado por Google-, así como a las aplicaciones del fabricante y las aplicaciones también integradas de terceras empresas. El usuario poco puede hacer en esta situación, ya que sin su conocimiento buena parte de sus datos son compartidos.
POPULARIDAD, FACILIDAD DE PERMISOS…
La popularidad de Android y la facilidad de acceso a los permisos por parte de las apps preinstaladas son algunas de las cuestiones de este problema. A ello se suma que hay elementos que están activos en segundo plano. Por ejemplo, librerías y servicios. Estos no se perciben en las gráficas de uso del dispositivo.
Según indica el estudio, las apps preinstaladas en la mayoría de teléfonos Android tiene permisos de serie. Estas aplicaciones pueden monitorizar la actividad del usuario. Y llegan incluso a compartir datos privados con empresas externas, entre otras cosas.
Así pues, este estudio ha revelado otro peligro de privacidad dentro de los dispositivos móviles. Ante esta problemática, los usuarios tienen poco margen de maniobra. Únicamente podemos elegir un móvil lo más ‘limpio’ posible. No obstante, para poder poner en funcionamiento el nuevo móvil hay que aceptar todas las condiciones de Android.