Para adentrarnos en lo más profundo del corazón de Madrid hacemos un recorrido por los establecimientos más emblemáticos que, a día de hoy, continúan con sus puertas abiertas. La mayoría de ellos son negocios familiares que van de generación en generación y que no solo son conocidos a nivel nacional, sino que reciben visitas intencionadas de todas partes del Mundo.
- CARAMELOS PACO 1934
La primera tienda de Madrid en vender caramelos y bombones. Caramelos Paco vio la luz en el año 1934 y, a día de hoy, sus puertas todavía siguen abiertas al público ofreciendo los mejores caramelos de Madrid.
Caramelos Paco siempre ha sido, es y será la tienda más reconocida de la capital. Sus llamativas fachadas, pintadas desde sus inicios por su creador Francisco Moreno y su hijo, mantienen todavía los mismos colores. En un momento en el que ni siquiera existía la palabra marketing, su fundador supo visionar el negocio y elegir los colores y los toldos que captarían la atención de todo aquel que pasara por delante. Años más tarde, abrió la fábrica de caramelos en Cuba, comenzó a exportar fuera de España y creó la tienda de disfraces: Fiestas Paco, nacida por la necesidad de los clientes de completar otra serie de artículos festivos para acompañar a los famosos caramelos (situada en frente de la primera). En la actualidad, es la tercera generación de la familia quien continúa trabajando el negocio.
Calle de Toledo, 53-55, Madrid
- LANAS SIXTO
Con su especial colorido a base de ovillos de lana, fundada en 1927, Lanas Sixto es una de las tiendas madrileñas más antiguas de la capital. Modistas, diseñadores, sastres, costureros o simplemente, aficionados al ganchillo, son sus clientes. Gente de Miami, de México y hasta de Venezuela ha viajado especialmente a Madrid para hacerse con los productos de Lanas Sixto y, es que no es para menos, pues estos han pisado las pasarelas más importantes.
Con la tercera y cuarta generación al mando, la tienda creada por el que en la actualidad sería el bisabuelo Sixto, sigue siendo todo un referente en el mundo de las lanas. Una familia que, ligada a la modernidad actual, no pierde su esencia trascendental y mantiene la estructura tradicional del local a base de madera.
Calle de Atocha, 9, Madrid
- FARMACIA DE LA REINA MADRE
La farmacia con más historia de Madrid, La Reina Madre, se creó en 1578. Felipe V fue el encargado de poner el nombre al establecimiento, debido a que este fue el encargado de suministrar medicamentos a sus dos mujeres: María Luis de Saboya e Isabel de Farnesio.
Este emblemático comercio que también puede conocerse como la Real Botica, no solo es una reliquia por conservar recetas tan antiguas que incluso una de ellas está a nombre de Miguel de Cervantes, sino que conserva intacto su interior manteniendo su esencia histórica. Cuenta con un pasadizo que une la farmacia con la Casa Real, el cual era camino por el que servían los medicamentos a los reyes.
Actualmente sigue siendo un negocio familiar ya que la propietaria, después de sus tías, es la nieta de José Cid Guerrero quien compró en 1931 el establecimiento.
Calle Mayor, 59, Madrid
- VIENA CAPELLANES
Viena Capellanes nació en 1873 de la mano de Matías Lacasa. El Real Conservatorio de Artes le confirió en exclusiva la fabricación del pan de Viena, un pan que se convirtió en pan de lujo. Con el negocio situado en la calle por aquel entonces, Capellanes, Matías Lacasa y su mujer Juana Nessi, decidieron ponerle el nombre Viena Capellanes.
Años más tarde, después de pasar por las manos de Pío y Ricardo Baroja, cambiaron los dueños y con Manuel Lence al mando fue evolucionando el modelo de negocio, sin perder su soporte tradicional: el pan. Fueron añadiendo panes para diabéticos, chocolates, cafés y pasteles y, además, subarrendaron tiendas dando lugar a franquicias.
Con más de 144 años de vida, Viena Capellanes continúa al mano de la familia Lence con numerosos establecimientos repartidos por Madrid.
Ruiz de Alarcón, 9, Madrid (disponen de 20 tiendas más repartidas por toda la Comunidad).
- CASA DE DIEGO
Con casi 200 años de vida, Casa Diego, continúa trabajando su negocio en pleno centro de Madrid. Desde 1823 es famosa por ser la casa que elabora y comercializa abanicos, paraguas, bastones, mantoncillos, mantones, mantillas, velos, peinetas, castañuelas y hasta sombrillas. Está consolidada como una de las tiendas más antiguas y más profesionales de Madrid por su fabricación artesanal: el corte, el ajuste, el calado, el burilado, el plisado, el diseño y la pintura están fabricados a mano por un grupo profesional de trabajadores expertos en accesorios.
En la actualidad cuenta con dos tiendas, una situada en la Puerta del Sol y otra en la calle Mesoneros Romanos.
Puerta del Sol, 12, Madrid / Mesoneros Romanos, 4, Madrid