Este domingo, 28 de abril, todos los españoles y resto de censados electoralmente tenemos la ‘obligación’ de salir a la calle para votar. Y qué mejor excusa que esta para, ya de paso, aprovechar el día. Precisamente, en Madrid, los domingos son los mejores días para hacer planes. Hay opciones para todos los gustos, desde los que prefieren el mañaneo hasta los que prefieren el tardeo.
Para los que prefieren votar por la mañana y aprovechar el mañaneo:
-Un buen brunch en “La Bicicleta” de Malasaña. Una afición muy inglesa que cada vez está más de moda en nuestra ciudad y, es que no hay sitio chulo que se resista a ofrecer este planazo.
-Dar un paseo por “El Rastro”. Pasen los años que pasen siempre será un buen plan porque nunca sabes lo que podrás encontrar.
-Hacer deporte en “El Retiro”. Para los deportistas de la casa hacer ejercicio al aire libre será el plan perfecto para despejar la mente antes.
-Visitar el mejor museo de Madrid, el Museo del Prado o para los apasionados de la moda, el Museo del Traje. La mayoría de ellos los domingos la entrada es gratuita.
-Tomar el vermú en la Cava Baja, comer un bocadillo de calamares en la Puerta del Sol o tomar el aperitivo en cualquiera de los Mercados de Madrid: Mercado San Miguel, Mercado San Antón o Mercado San Idelfonso.
Para los que prefieren ir a votar por la tarde y aprovechar el tardeo:
-Empezar la tarde patinando y terminarla comiendo una hamburguesa es algo que solo podrás disfrutar en “Rolling Dance & Burger”.
-Visitar las exposiciones del Matadero. Para todos los gustos y todas las edades.
-Ver una película en los Cines Callao. Después de ver la película pasear por los alrededores siempre recarga las pilas de los domingos.
-De terraceo por Malasaña, Chueca o Ponzano. Para los más fiesteros, de garito en garito por La Latina. Teje Maneje o El Viajero siempre serán una buena opción.
-Terminar el día en Madrid cenando en Manhattan. “Taxi a Manhattan” es uno de los restaurantes más originales de la capital. Con música en directo, con su decoración neoyorkina y con la mejor carta, creerás haber cruzado el charco habiendo cruzado tan solo su puerta.