25 escaños más que los obtenidos en las elecciones generales de junio de 2016 y más de un millón de votantes con respecto a los logrados en esos mismos comicios. Pese a que Ciudadanos no formará parte (salvo sorpresa mayúscula) de ningún Gobierno teniendo en cuenta el colapso del Partido Popular y la imposibilidad de llegar a un pacto con el PSOE, la formación naranja no puede sino felicitarse por los resultados electorales de la cita del 28 de abril.
No habrá ministros de Cs con un Pedro Sánchez Presidente porque, pese a que la suma de escaños de ambos partidos daría acceso a una mayoría, ésta sería un tiro en el pie para cualquiera de los dos, después de haber repetido Rivera por activa y por pasiva que no pactará con Sánchez y el ya famoso, pese a su corta existencia, ‘con Rivera no’ entonado por la militancia que hoy se ha reunido en Ferraz para celebrar la victoria socialista. Muy probablemente tendrán algún momento de flaqueza y se les pasará por la cabeza la idea de llamar al otro para llegar a un acuerdo, pero en tal caso el catalán no podría presentarse como el principal líder de la oposición, papel que parece jugará en los próximos tiempos dado el descrédito de Casado.
Ésta sería la única parte ‘agridulce’ de la velada, si bien no debe empañar unos datos que son objetivamente muy positivos. Como señalaba, Ciudadanos ha quedado muy cerca incluso de arrebatarle la segunda posición a la candidatura de Génova y ha superado con cierta holgura a Unidas Podemos. También, y es indudable que debe ser analizado en clave de victoria, se han distanciado en más de 30 congresistas de VOX, por lo que han impuesto sus argumentos a los de aquellos que auguraban un sorpasso de la mano dura y el embate frontal de Santi Abascal. Es verdad, no van a formar parte (repito, salvo sorpresa mayúscula) de ningún Gobierno, pero parece más próxima que lejana la posibilidad real de Albert Rivera no sólo como cabeza visible de la oposición sino del centro-derecha en España.
En la Comunidad de Madrid, donde ha ganado (como en casi toda España) el PSOE, Ciudadanos se ha erigido como la segunda fuerza con 8 representantes, dos más que en las anteriores elecciones, fruto de los votos de los más de 780.000 votos de madrileños que han confiado en ellos. Ello supondría, extrapolando los resultados a unos similares en las elecciones autonómicas de dentro de un mes, que Ignacio Aguado podría ser el próximo inquilino de la Real Casa de Correos con el apoyo de PP y VOX. Él mismo confirmó esta noche, desde la sede del partido, que esa es la única opción que se contempla: ‘Mi apuesta es construir un gran centro liberal en la Comunidad de Madrid y voy a hacer todo lo posible para que el PSOE de Sánchez y el partido de Errejón y Podemos no gobiernen en Madrid’.
Las ‘derechas’, con los resultados de estas generales, también sumarían en el Ayuntamiento, aunque en este caso, y por un exiguo margen de poco más de 100.000 votos, Villacís no sería alcaldesa de la capital de España sino que sería el candidato Popular el más votado de las tres formaciones llamadas a reeditar un hipotético “pacto a la andaluza”. En cualquier caso, y aunque, al igual que en la Comunidad, habrá que esperar a ver los resultados reales, el crecimiento de Ciudadanos en la villa del Manzanares es también notable, con cien mil votos más con respecto a junio de 2016.
Así que, después de muchas encuestas, sondeos, hipótesis y polarización, ya tenemos de forma tangible la realidad política de nuestro país. Un país en el que el PSOE gobernará los próximos cuatro años (aún no sabemos con quién) y en el que, pese a que los votos han sido mayoritarios para la derecha, no podrán llegar a ningún acuerdo sencillamente porque no les llegan los escaños. Pero también es un país en el que los extremos se han contenido en un lado y otro y que, dentro de muy poquito, puede ser más naranja que azul.