La Hiruela, el municipio de apenas 52 habitantes, tiene nuevo hotel rural, el ‘Papamoscas’. Este edificio fue sacado a concurso por el ayuntamiento. Finalmente, los nuevos encargados de la gestión del establecimiento es una pareja, Sandra Gil y Rubén Pla. Así, el establecimiento se embarca en un nuevo trayecto para atraer a turistas, quienes podrán disfrutar de la naturaleza de Sierra Norte.
La Hiruela, en plena Sierra del Rincón, es un pueblo perfecto para desconectar de la ciudad, entre sus edificios que mantienen la construcción de hace más de un siglo.
El ‘Papamoscas’ se presenta como la oportunidad para los turistas de poder tener una estancia al noroeste de la Comunidad de Madrid en una zona de gran encanto, perteneciente a las Reservas de la Biosfera. Para ello, el hotel cuenta con cinco habitaciones componen el hotel. Una de ellas está adaptada para personas con movilidad reducida. Además, a excepción de esta última, las otras cuatro habitaciones están equipadas con cocina. Dos de ellas son para dos personas y las dos restantes para cuatro.El precio de la habitación incluye desayuno tipo bufet. Este desayuno está pensado para ser de productos caseros. Los propietarios preparan esa misma mañana zumos de naranja y cafés. Durante el resto del día, ponen a disposición de los clientes una cafetera y un calentador de agua en la sala de estar, en caso de querer relajarse en esa zona del establecimiento.
La inauguración del ‘Papamoscas’ se llevó a cabo el último día de febrero. El acto contó con la presencia del director general de la administración local, Juan Ignacio Merino de Mesa, así como el edil anfitrión. Otras personalidades que asistieron al evento fueron diversos alcaldes de las localidades castellanas como Montejo, Puebla de la Sierra, Robledillo de la Jara, El Berrueco y La Cabrera. La inauguración también contó con una jornada de puertas abiertas para que los vecinos pudieran conocer las instalaciones.
PREPARADO PARA VISITAS
El hotel ‘Papamoscas’ ya está preparado para tener visitantes. Los nuevos encargados, ilusionados con este hotel, tienen el objetivo de no solo atraer a personas que quieran desconectar y relajarse de la tranquilidad de la Hiruela. Por ello, pretende crear paquetes complementariosa la propia actividad del hotel.
Rubén Pla explica, según el comunicado, ambos son deportistas y quieren proporcionar diversas actividades como sendas del municipio y elturismo activo, rutas en bicicleta, a caballo…Aparte de deporte, también tienen pensado otros tipos de planes enfocados en la Hiruela a través de laelaboración de productos típicos de la zonacomo tartas típicas y mermelada de pera. Otra posibilidad que barajan es la organización de bodas al aire libre, sacando partido del entorno rural de la zona.
LOS EMPRESARIOS: SU HISTORIA
Sandra Gil y Rubén Pal es una pareja emprendedora que dejaron Godelleta, un pueblo de Valencia, para ir a La Hiruela. Durante cuatro años, llevaron un negocio de servicios de aromatización a empresas en Alicante. La empresa funcionaba con éxito, pero decidieron dar un paso arriesgado en pos de vivir en un entorno más tranquilo. “No queríamos este modo de vida, por el estrés que nos generaba”, apunta Sandra.Con esta decisión, vendieron su negocio.
Tras dar con un reportaje sobre la despoblación de la Sierra del Rincón, decidieron contactar con los ayuntamientos y La Hiruela les informó de este hotel rural que estaba en concurso. Su proyecto fue finalmente el elegido y se mudaron al pueblo.Sobre La Hiruela, dicen que “está perfectamente conservado” y “encima no le cruza ninguna carretera”. De este modo, describen el entorno acogedor y tranquilo que desprende el pueblo entre las montañas del norte de Madrid.
¿POR QUÉ ‘PASAMOSCAS’?
El original nombre de ‘Pasamoscas’ es ciertamente peculiar. Este se trata de un homenaje al trabajo de investigación de los biólogos de la Estación Biológica de Doñana-CSIC. Y es que estos profesional cada año van hasta La Hiruela para estudiar un ave forestal migratoria el Papamoscas cerrojillo.