No fue el Día Internacional de la Mujer. El pasado viernes 8 de marzo no fue el Día internacional de la Mujer, no, fue el Día de la Ira.
Algo normal cuando se hace una huelga de arriba hacia abajo sin más argumento que la lucha contra el hombre.
La convocaron las instituciones estatales a través de asociaciones a sueldo y con la colaboración entusiasta de ayuntamientos y medios generalistas, también a sueldo. Un contradiós. Era el Estado haciendo huelga a los ciudadanos. Y eso se suele ir de las manos. Y se fue.
La Ira de esa izquierda española resentida se apoderó de todo. Era la Ira contra todo. Y por eso fracasó. España pasó de la esa violencia verbal. Basta con mirar el consumo de electricidad, lo demás son gritos de histéricas…
Como los gritos histéricos de las ministras de España (jamás se vio nada parecido), a las que se unió la mujer florero del Presidente del Gobierno. Todas demostraron lo bajo que ha caído el PSOE y el Gobierno de España. Todo le vale a este partido y a este Gobierno para confrontar a los españoles.
Debe doler ser de izquierdas y que las tres mayores feministas de toda la historia de España sean una Reina (Isabel I de Castilla) una falangista (Mercedes Fórmica) y una liberal (Clara Campoamor).
Tres mujeres que ayudaron a que España sea hoy el 5° mejor del planeta para la mujer
Porque España, señores, es uno de los mejores países para nacer mujer. Y en donde la brecha más evidente sigue siendo la que separa a la mujer trabajadora de la mujer manifestante.
El problema de esta mujer, y del feminismo de
hoy en general, es que no pueden entender y aceptar que hay mujeres que, a
diferencia de otras, no necesitan que nadie las coloque.