Muchos se preguntan si algún día las máquinas nos sustituirán por completo, al menos en el proceso productivo. En principio, eso parece improbable: la inteligencia artificial todavía no está desarrollada del todo y hay algunas aptitudes, creemos, que solo un ser humano puede poseer. Teniendo esto en cuenta, ¿está a salvo el trabajo intelectual de la mecanización? Un reciente avance de Huawei podría traer respuestas algo pesimistas a esta cuestión.
SCHUBERT AI
La empresa tecnológica china ha llevado a cabo un intento exitoso de completar la Sinfonía No. 8 de Schubert, conocida entre los círculos musicales como la «sinfonía inacabada», por sus enigmáticos dos movimientos finales que llevan intentando completarse 197 años. No se sabe si se llegó a completar esta misteriosa pieza, pero no se conserva.
Sin embargo, un conjunto de esfuerzos humanos y de la inteligencia artificial de Huawei han permitido que se complete esta composición, analizando las partituras disponibles. Esta polémica versión de la sinfonía ha sido interpretada por la English Session Orchestra ante 500 invitados en el Cadogan Hall de Londres.
LOS PRECEDENTES
Aunque se trate de un hito, este avance cuenta con unos precedentes muy claros en los que los robots han empezado a implicarse en la creación de composiciones musicales. Existen avatares como la cantante virtual japonesa Miki Hatsune, que puede interpretar las canciones de sus usuarios, o el robot rockero Compressorhead cuyo software procesa canciones para que este androide las toque en concierto.
Sin embargo, tanto esta última iniciativa de Huawei como el programa Watson Beat, capaz de componer una melodía por sí solo, suponen un importante salto cualitativo. En principio, estas aplicaciones surgieron como un apoyo para los músicos en momentos de escasa inspiración, y no como un sustituto. Sin embargo, su grado de fidelidad a la composición humana empieza a acercarse, lenta pero inexorablemente, al de un compositor real.
Si algo tan personal como la música puede ser creado por un ordenador, ¿qué sector estará a salvo de la próxima revolución industrial?