Los farmacéuticos de la Comunidad de Madrid son conscientes de que el desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos es uno de los grandes problemas de salud pública, si bien advierten que existe una escasa percepción social de sus consecuencias, ya que el 99 por ciento de los profesionales de oficina de farmacia reconoce haber recibido en el último año alguna petición para dispensar un antibiótico sin la correspondiente receta médica.
Son dos de las conclusiones que se desprenden del Estudio sobre conocimiento y actitudes sobre la dispensación de antibióticos en la Comunidad de Madrid, que ha promovido el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, en colaboración con la Consejería de Sanidad, con el fin de conocer la percepción del farmacéutico sobre el uso de los antibióticos y las posibles causas que llevan a los ciudadanos a demandar estos tratamientos sin prescripción médica.
En total, 1.600 farmacéuticos han completado la encuesta de once puntos, lo que supone un índice de participación del 56 por ciento de las oficinas de farmacia de la región.
De las respuestas obtenidas, que se corresponden en un 55 por ciento a adjuntos y el 45 por ciento a titulares de oficina de farmacia, se advierte que la formación y la información facilitada a los pacientes en el momento de la dispensación pueden ser claves para potenciar la adherencia y cumplimiento de los tratamientos prescritos, lo que redundaría en una clara mejora del uso racional de estos medicamentos.
Asimismo se refleja que existe una preocupación profesional por la seguridad en el uso de estos fármacos al valorar y tener en cuenta de forma mayoritaria las interacciones entre los antibióticos y otros medicamentos que esté tomando el paciente.
Los farmacéuticos también tienen claro que la dificultad de acceder al médico no es una excusa para dispensar un antimicrobiano sin prescripción. Más de un 90 por ciento de los encuestados considera que una posible causa de resistencias a estos tratamientos se debe al uso inapropiado por el paciente, por lo que resulta imprescindible incidir en las campañas de sensibilización hacia el paciente, así como en la formación continua a los profesionales implicados en este problema ante la escasa disponibilidad de nuevos tratamientos.
Los farmacéuticos se muestran, en cualquier caso, «desconfiados» y creen de forma mayoritaria que los pacientes tratarán de obtener el antibiótico en otra oficina de farmacia sin prescripción.
Cuando se abordan situaciones clínicas concretas, menos del 30 por ciento de los encuestados reconoce que dispensa sin prescripción médica en los casos de infecciones dentales o absceso y urinarias, como cistitis, si conoce al paciente. El 90 por ciento de los farmacéuticos rechaza, en cambio, esta posibilidad cuando se trata de infecciones respiratorias. Son datos que, en cualquier caso, reflejan la conveniencia de insistir en la necesidad inexcusable de la receta médica para la dispensación.
El vicepresidente tercero del COFM, Luis Panadero Carlavilla, considera que los resultados de la encuesta son «muy significativos» para valorar el papel que pueden desempeñar los farmacéuticos de oficina de farmacia a la hora de luchar contra las resistencias generadas por el uso indebido de antibióticos.
«En general, existe una percepción muy alta entre la profesión de que se trata de un problema importante de salud pública, donde la información y el grado de implicación que tengan tanto los pacientes como los profesionales prescriptores y dispensadores resultan decisivos para preservar la eficacia de los antibióticos», ha indicado.