Pinilla del Valle vive en el contraste entre el silencio de la despoblación de lunes a viernes y la vida que llevan los turistas los fines de semana atraídos por su entorno y actividades.
Pinilla del Valle es un municipio situado en el Valle del Lozoya al noroeste de la Comunidad de Madrid en el entorno del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Actualmente tiene 185 habitantes y se encuentra junto al embalse que recibe su nombre. A un kilómetro de la carretera que une la A-1 con el Puerto de Cotos, siempre ha sido un pueblo pequeño, rodeado de naturaleza y unido a las tradiciones.
Pero en los últimos años los nacimientos y la población infantil se han reducido y los jóvenes se mudan a la capital para poder estudiar y trabajar. En el pueblo hay poca oferta de empleo y la conexión de transporte es escasa con solo dos autobuses diarios que tardan más de dos horas a Madrid. Los vecinos afirman que muchos días pasean por el pueblo y no se cruzan con nadie.
Hace dos años solo había tres niños en el colegio y este corría el riesgo de cerrarse, para tratar de evitarlo desde el Ayuntamiento se lanzó una oferta: un puesto de trabajo para el padre o madre de una familia numerosa con hijos en edad escolar que se instalara en el pueblo. Poco tiempo después llegó una familia con tres niños en edad escolar y un bebé, lo que ha permitido mantener el colegio abierto.
Sin embargo, la oferta turística hace que la vida vuelva a las calles de Pinilla los fines de semana, sobre todo en primavera y verano. El entorno de naturaleza que conjuga agua, fauna y flora hacen que muchos turistas quieran pasar el día paseando por las calles y caminos naturales de Pinilla o en alguna de las terrazas de sus bares con vistas inigualables.
El municipio se ha popularizado desde que en 2015 se inauguró el Valle de los Neandertales, un yacimiento arqueológico que ha hallado restos de un poblamiento prehistórico en el Valle del Lozoya y realiza visitas guiadas.
El turismo se ha visto impulsado también por el restaurante El Corralón, que ofrece ceremonias de boda al aire libre en la orilla del embalse y con decoración rural, atrayendo más personas al pueblo. Además, cada año en septiembre se celebra la Feria de los Oficios, en la que el pueblo muestra que sigue unido a sus tradiciones.