Un informe del Instituto Coordenadas refleja que la ciudad de Barcelona acogió menos de la mitad de visitantes a sus museos de arte que Madrid.
Los seis principales museos culturales de Barcelona (Picasso, MNAC, CaixaForum, CCCB, Miró, Macba) sumaron 3,7 millones de visitantes al año, mientras que los cuatro grandes centros artísticos madrileños –Reina Sofía, Prado, Thyssen, Caixaforum– totalizaron 8,2, según un comunicado a propósito del informe ‘Museos de Arte 2018’.
Ningún museo de arte está entre lo más visitado de Barcelona, que fue la Sagrada Familia (4,52 millones en 2017), Park Güell (3,12), museo del FC Barcelona (1,84), Aquàrium (1,62) y Born Centre Cultural (1,44), según el Observatorio de Turismo de Barcelona.
En Madrid, cuatro de los siete lugares más visitados sí fueron museos de arte: Centro de Arte Reina Sofía (3,8 millones), Museo del Prado (2,8), parque Warner (2), Estadio Santiago Bernabéu (1,5), Palacio Real (1,5), Thyssen (850.496 visitantes) y Caixaforum (622.000).
Según el informe, la menor afluencia a los museos de arte de Barcelona se puede explicar a varios factores: uno, el atractivo de los edificios de Antoni Gaudí en detrimento a la asistencia a los museos de arte, por lo menos para el público no local.
Otro factor que apunta es que Madrid tiene un ritmo más elevado de rotaciones de las exhibiciones temporales: acogió 58 de estas muestras, frente a las 38 de Barcelona.
Respecto a la calidad de las exposiciones, el enfoque de los visitantes de museos en Barcelona sigue siendo el interés por los museos dedicados a Picasso, Miró, Tàpies, y (en Figueres) Dalí.
Hacia el mundo internacional, colecciones como Thyssen y Reina Sofía consiguen atraer exposiciones itinerantes de más envergadura –dado en parte a la importancia de sus colecciones propias–, y el Prado, dada su relevancia a nivel global.