Los vehículos de alquiler con conductor (VTC) que quieran operar en la Comunidad de Madrid tendrán que estar a una distancia mínima de entre 300 y 500 metros, según lo determine cada municipio, de sus clientes a la hora de la precontratación del servicio, según consta en el borrador del proyecto de ley con el contenido que ha acordado la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital.
Así consta en el texto que ha sido presentado esta tarde tanto a las asociaciones del taxi como de la VTC, al que ha tenido acceso Europa Press, donde se recoge como primer requisito que estos vehículos cuenten con su correspondiente licencia urbana expedida por el municipio de que se trate.
En cuanto a la precontratación, donde estaba la clave de las negociaciones, las dos administraciones han decidido optar por la precontratación espacial –distancia entre el vehículo solicitado y el viajero– en lugar de temporal — tiempo de antelación con el que se solicita el servicio–.
La Comunidad propone en su proyecto con rango de ley que el vehículo VTC «deberá encontrarse situado a una distancia mínima de 300 metros respecto de la ubicación de la persona que contrate el servicio». No obstante, «al objeto de mejorar la gestión de la movilidad interior de viajeros y garantizar el efectivo control de las condiciones de prestación de los servicios», los municipios podrán incrementar, mediante ordenanza, la distancia mínima de precontratación hastaun máximo de 500 metros.
En este caso, tendrán que hacerlo «respetando el criterio de proporcionalidad» conforme a diferentes motivos: afección al dominio público; afección al tráfico urbano y la circulación de vehículos y afección al estacionamiento en vía pública.