El Arzobispado de Madrid se ha remitido a su invitación al diálogo entre el Gobierno y la familia Franco para encontrar una solución sobre la exhumación de los restos del dictador, después de que este jueves 3 de enero se conociera que el prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, ha negado al Gobierno el acceso a la basílica para proceder al traslado de los restos.
Tras publicarse el contenido de la misiva del prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, fuentes del Arzobispado han indicado que se remiten a sus comunicados anteriores sobre este asunto.
El arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro, ha manifestado en varias ocasiones que la decisión sobre el traslado de los restos de Francisco Franco no es de la Iglesia sino del «Gobierno y la familia» por lo que siempre ha apelado al «mayor consenso» entre ambos.
El cardenal Osoro tampoco se ha opuesto a acoger el entierro de los restos del dictador en la cripta de la Catedral de La Almudena, donde su familia quiere enterrarlo una vez sea exhumado. «No tenemos inconveniente en acoger a nadie. La Iglesia ha sabido acoger siempre a todas las personas», subrayó el arzobispo en su momento.
Los monjes benedictinos del Valle de los Caídos son los gestores de la basílica y gozan de autonomía, de forma que sobre el prior solo tienen autoridad el abad de la Abadía de Solesmes, Philippe Dupont, y el Papa.
La orden benedictina se divide en 20 congregaciones de las que dependen diferentes comunidades. En concreto, los benedictinos del Valle de los Caídos dependen de la congregación de Solesmes, al noroeste de Francia, cuyo abad es el monje Philippe Dupont.
En cualquier caso, si hay conflicto también se escucharía por deferencia al cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, como responsable de la diócesis donde se encuentra la abadía, según informaron en su momento fuentes eclesiales.