MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
Las obras que se están realizando en la estación de Gran Vía han permitido localizar la estructura del ascensor original que diseñó en arquitecto Antonio Palacios en esta parada y la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad procederá a estudiar estos restos.
Así lo ha indicado a Europa Press un portavoz de la Consejería de Cultura, en relación a la información adelanta por el diario ‘El País’, en relación al hallazgo que se produjo ayer en esta parte de las obras, que en ese punto han quedado suspendidas.
Desde el Ejecutivo autonómico detallan que en esta obras se encuentra un equipo de arqueólogos autorizados en caso de que pudieran encontrarse restos antiguos de la estación, dado que se sospechaba que podían aparecer durante los trabajos algunos elementos de las anteriores instalaciones.
Fueron precisamente estos arquitectos los que localizaron esta parte de la estructura cilíndrica del ascensor original y procedieron a activar el protocolo. En consecuencia, se personó un técnico de la Dirección General de Patrimonio que cursó inspección.
En este sentido, se ha dado orden a los arqueólogos para que sigan excavando para precisar cuántos elementos se conservan de esta estructura del hueco del ascensor, para luego determinar su estado de conservación y el valor que puede tener.
Por ello, las obras han quedado paralizadas en este punto concreto mientras que el conjunto de las reforma de la estación de Gran Vía (como la conexión subterránea con Sol) continúa en marcha.
Ante este hallazgo, la asociación Madrid Ciudadanía y Patrimonio ha mostrado su satisfacción por la localización del pozo de ascensores que diseñó Palacios para Gran Vía, algo que era «altamente probable que apareciera». Por ello, espera que esta estructura se pueda conservar.
Metro de Madrid reproducirá en la reforma de la estación de Gran Vía el antiguo templete de la Red de San Luis del arquitecto Antonio Palacios, que en su momento sirvió de «hito» de acceso a la antigua parada.
Para poder llevar a cabo este proyecto, se ha realizado una labor de «investigación histórica» de este elemento arquitectónico, que ha permitido analizar las diferentes fases por las que pasó el templete original, desde su construcción en 1920, pasando por la remodelación que experimentó en el año 50 para incluir dos ascensores, hasta llegar al año 70 en el que se desmantela para su traslado a Porriño, localidad de origen del arquitecto Antonio Palacios, donde se encuentran parte de lo que queda de él.