El pago electrónico continúa con su avance imparable y cada vez son más las personas que optan por la tarjeta de crédito a la hora de efectuar sus compras. Este cambio por parte de los usuarios se refleja también en las cifras: en 2016, por ejemplo, los comercios recibieron un mayor número de pagos en tarjeta de crédito que el montante de efectivo retirado de los cajeros. Por otra parte, en el primer trimestre de 2017 los españoles gastamos un total de 30.327 millones de euros en “dinero de plástico”, un 9% más que en el mismo período del año anterior. A su vez, el número de cajeros disminuye de manera paulatina.
Con estas cifras sobre la mesa parece evidente que los hábitos en cuanto a medios de pago de los españoles están cambiando. Los expertos apuntan a la subida de las comisiones en los cajeros, la mejora paulatina de la economía y los avances tecnológicos que permiten que el pago con tarjeta sea mucho más rápido y cómodo como los motivos de estos cambios. También las medidas tomadas por la administración ayudan al avance de este nuevo paradigma; en Madrid, por ejemplo, todos los taxistas están obligados a llevar un TPV para recibir pagos con tarjetas de crédito.
Con todo, España sigue estando a la cola de Europa en cuanto al uso de tarjetas de créditos. Un claro ejemplo lo encontramos en Londres, ciudad en la que el ayuntamiento ha aprobado un nuevo programa por el cual los artistas callejeros acreditados podrán recibir pequeños pagos a través del móvil o de las tarjetas de crédito. Para hacerlo posible, desde la administración facilitarán a los artistas un pequeño lector de tarjetas que permitirá la realización de estos pagos y por el cual no tendrán que pagar ningún tipo de cuota. La iniciativa, que recibe el nombre de Busk In London, ha sido puesta en marcha por el ayuntamiento con la colaboración de la compañía sueca iZettle y actualmente se encuentra en fase de pruebas. Con todo, se espera que en los próximos meses todos los artistas cuenten con este terminal de pago al que podrán establecerle un importe fijo de donación. Por el momento, no hay un balance de los beneficios que han recibido los artistas que ya cuentan con este terminal que permita hacer una comparativa con respecto a sus homólogos en efectivo pero lo que sí parece claro es que el dinero en efectivo está perdiendo terreno con respecto a las tarjetas de créditos.
Con todo, si hay una tecnología que puede poner en jaque la supervivencia del dinero tal y como lo conocemos esa es la conocida como blockchain. Traducida en nuestro idioma como cadena de bloques, esta tecnología es sobre la que se desarrollan las conocidas como criptomonedas o monedas virtuales. La seguridad de esta tecnología es tal que ya ha dado el salto a otros sectores, como el de la educación, con la creación por parte de investigadores de Oxford de un centro en el que es imposible copiar, o el del juego, en el que ya se han creado plataformas de póker online como CoinPoker, que se valen de esta tecnología para asegurar los movimientos monetarios de sus jugadores.
El último en subirse al carro de la moneda virtual ha sido Ashton Kutcher. El popular actor sorprendió el pasado mes a su amiga Ellen DeGeneres en pleno directo televisivo con una donación millonaria. En enero la presentadora recibió de parte de su mujer como regalo de cumpleaños un centro de investigación en Ruanda para la protección de los gorilas; con el objetivo de ayudar a su amiga en este proyecto Kutcher donó un total de 4 millones de dólares para la causa. Eso sí, lo hizo en criptomonedas. En concreto en XRP, las siglas tras las que se esconde la tercera criptomoneda mejor valorada a escala mundial, y popularmente conocida como Ripple. La donación de Kutcher no fue un mero acto de generosidad sino que el actor también quería demostrar la posibilidad de transferir una cantidad muy elevada de dinero a través de un sistema de pago virtual e instantáneo totalmente descentralizado. ¿El motivo? Una cuidadosa estrategia de marketing para promocionar el empleo de estas criptodivisas, cuya tecnología de pago es desarrollada por Ripple Labs, compañía en la que el estadounidense ha invertido recientemente.
Sea como fuere, lo que parece evidente es que el sector financiero está evolucionando y con él los hábitos de los consumidores. Un avance en el que el dinero en efectivo tiene todas las de perder.