Eligió Madrid el 2 de Mayo como día para conmemorar su fiesta como Comunidad Autónoma. Un día de derrota y aplastamiento de la rebeldía de un pueblo que, muchas veces, ha encontrado en Madrid la espoleta que ha encendido España.
Ser la capital no ha concedido a la ciudadanía madrileña privilegios especiales, aunque sí algunos inconvenientes, al ser utilizada como tubo de ensayo, en el que experimentar todo tipo de políticas, negocios, extravagancias y no pocos desmanes. Madrid, siempre ha sido el machadiano rompeolas de todas las Españas.
En no pocos lugares de la geografía nacional se utiliza a Madrid, así, en genérico, como origen de todos los males que políticos regionales de medio pelo y corruptos autóctonos, van sembrando indiscriminadamente por la geografía nacional, olvidando que son esos mismos políticos, corruptos en sus territorios, los que ocupan escaños parlamentarios en Madrid y sillones en los consejos de administración de empresas con sede central en el Foro.
El pueblo de Madrid siempre se ha rebelado contra lo que consideraba injusto. A veces demasiado tarde, y otras veces manipulado por unos u otros intereses espurios y bastardos. Rebeliones generosas y pagando siempre un alto precio por la resistencia.
Madrid se levantó contra Esquilache y sus políticas, que encarecían los productos básicos, beneficiando con ello a los funcionarios golillas y la nobleza arandistas, de marca España, frente a los napolitanos importados por Carlos III. Madrid fue comunero, como sus castellanas amigas y vecinas Toledo, o Segovia. Madrid se alzó el 2 de Mayo de 1808, para impedir que el hijo menor de Carlos IV fuera sacado del Palacio Real por las tropas francesas de Murat, mientras reyes y nobles pactaban con Napoleón a sus espaldas.
Madrid proclamó una República el 14 de Abril de 1931 y la defendió hasta el final de la Guerra Civil. Aquí fueron asesinados los Abogados de Atocha, por defender los derechos y aquí fueron juzgados los sindicalistas de las clandestinas CCOO, en al Proceso 1001. En Madrid se convocaron las más masivas manifestaciones por el NO a la Guerra y poco después padecimos los más brutales atentados que haya vivido Europa, perpetrados por islamistas radicalizados.
Madrid ha sufrido duros golpes y ha sido el escenario de muchas miserias humanas, conspiraciones, corrupciones. Pero siempre ha resistido, ha reaccionado y, como Asturias, no ha dudado en jugarse su futuro, para torcer el destino injusto de unas historias que intentaban ser escritas no sólo sin el pueblo, sino, en muchas ocasiones, contra el pueblo.
A veces las derrotas, como aquella del 2 de Mayo, crean leyendas que anidan en las almas de los pueblos rebeldes que un día gritan No, o Basta, o Libertad. Pasarán políticas de cortos vuelos y políticos insustanciales y Madrid seguirá siendo la patria de los rebeldes que no aceptan la imposición como forma de gobierno, ni la humillación como forma de vida.