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Pablo Canosales al desnudo en La boda de tus muertos

En realidad, la puesta en escena del drama cómico de la familia en tiempo de crisis personal. En realidad, la puesta en escena del drama cómico de la familia en tiempo de crisis...

Pablo Canosales escribe y dirige La boda de tus muertos, que es en realidad la puesta en escena del drama cómico de la familia en tiempo de crisis personal, que es siempre. ¿Quién no se siente identificado con los grandes pequeños conflictos de una institución que ha existido a lo largo de la historia?  El evento de la boda familiar es el marco que contiene a los personajes que crecen en ella para mostrar a partir de lo anecdótico lo abstracto de las relaciones humanas más antiguas.

Pablo Canosales concibe la escena como un sistema abierto, como una totalidad: cada uno de los miembros está íntimamente relacionado y, por lo tanto, la conducta de cada uno influirá en los demás. Y lo hace con una agilidad y en un salto cualitativo que lleva su trabajo a otro nivel, tanto en el texto como en una puesta en escena que se libera de convencionalismos y conecta directamente con el espectador. Después de todo se trata de entrar al trapo. Y la fórmula elegida funciona a la perfección

La relación que mantienen entre sí los miembros de la familia cambia el foco en función del momento: hermanos, marido-mujer, madre-hijo… Y pone sobre la mesa del banquete (literalmente) los conflictos y los cambios que forman parte de la vida familiar de cualquiera de nosotros de modo realmente divertido. En realidad cada familia se transforma con el correr del tiempo y debe adaptarse y reestructurarse para seguir desarrollándose, y la de esta boda kafkiana no es menos, porque los personajes crecen y evolucionan de modo natural en una situación absolutamente antinatural.

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A través de este laboratorio en el que han trabajado las constelaciones familiares todos se han dejado la piel. El equipo al completo ha trabajado desde vivencias personales y eso hace que el material que se genere sea muy frágil al tiempo que potente. Hay ganas de generar teatro, de crear y de crecer en la profesión.

Los cuadernos de Pablo Canosales están llenos de tachones, tachones y más tachones. Pasa a limpio en el último momento e incluso así siempre hay cambios. Le gusta respirar el teatro y la creación del texto con los actores incluso a pie de escenario. 

Pablo Canosales nos hace pasar un buen rato, pero también nos habla de las cosas que dificultan el cambio, de la tendencia de la familia a permanecer igual, a no cambiar, de cómo a veces no es fácil adaptarse a nuevas situaciones.

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La magia del espectáculo se desvela ya adentrados en la trama, cuando al fin la familia puede identificar a quien es el que causa el conflicto, que es posiblemente el más vulnerable, pero también el más valiente como para dar un paso al frente nada sencillo, aunque transitar más allá por este camino podría entrar en la categoría de spoiler, así que hemos decidido dejar que sea el propio Pablo Canosales quien nos de algún pista más:

-Un rol materno exagerado y el paterno está debilitado…

Creo que la realidad supera la ficción. Creo que los roles varían dependiendo de las circunstancias de cada familia pero, a fin de cuentas, da igual, todos tenemos referentes que se debilitan con el tiempo y los roles van cambiando y evolucionando. Son referentes cambiantes y, en mayor o menor medida, todos tenemos un rol, te diría que casi de fábrica, pero está en nosotros el querer cambiar ese rol. Y esto es un poco lo que les ocurre a los personajes de La boda de tus muertos. 

Son personajes que están cambiando, están evolucionando y dudan de todo lo que les ha sido impuesto, tanto los padres como los hijos. Todos tienen cosas que gritar, claro está, pero esta obra está contada desde un hijo (o varios hijos) que gritan bien fuerte aunque no se les quiera escuchar. Gritan a sus padres. Es un grito en la tormenta.

– Esta familia tiene una ideología de la vida tipo clan. ¿Así de primitivos somos?

Creo que el ser humano está hecho de contradicciones y eso es fabuloso, sobre todo para el teatro. La familia es un caldo de cultivo maravilloso para crear situaciones para las tablas. Una familia puede ser un «clan», como dices, porque se cuidan y protegen, pero también se odian y se gritan. Por ejemplo, tras una discusión terrible, te vas al trabajo pero antes de irte puedes dar un beso de despedida a la persona con la que te acabas de gritar. Somos muy contradictorios. En este texto, hay una necesidad imperiosa de destruir el sistema de la familia como está concebido socialmente pero, a su vez, se está reclamando de esa familia una caricia, comunicación, cariño, respeto…

– Se observa cierta incomunicación con los hijos adolescentes, que por cierto ya no son tan adolescentes.

Efectivamente. La más pequeña de todos ellos es Mari Tere de 23 años (Sara Mata) pero es la que más tiempo lleva fuera de casa. Se marchó a Madrid a trabajar y todos a su alrededor piensan que no necesita nada de su familia. Que es una desertora pero, a la vez, se alegran de que haga su vida. El hijo mediano de 27 años es Josete (Víctor Nacarino) y aún vive en casa. Tiene miedo a salir y se contradice en su discurso. Lo admiran y respetan por estar cerca de la familia y lo critican por no saber estar solo. Pablo, por el contrario, el protagonista ausente, ha provocado esta boda y «no da la cara». Creo que se dicen muchas cosas de este personaje/autor/provocador de esta boda sin que hable ni le veamos la cara en ningún momento. También se contradice el propio protagonista. Y el propio autor. 

Mari Tere y Josete se admiran y se tienen celos en la misma proporción: uno admira a la otra por tener el valor de haberse marchado y la otra admira de él el valor y la fuerza que tiene para quedarse en casa. Sólo cuando se están lejos de sus padres pueden vislumbrar el camino. Parece que entre ellos no hay interferencias ni tormentas cuando están solos y nadie les cuestiona.

Con esta visión de los hermanos se ahonda en el tema del fracaso y del éxito. Parece que tienes que marcharte lejos, cada vez más, para triunfar o desarrollarte profesional (y personalmente) y no lo creo así. Yo me fui de Huelva pero no creo que quedarse allí sea peor. Creo que cada uno debemos estar donde se sienta bien consigo mismo. No sirve de nada comparar a nadie con nadie porque cada uno lleva su camino.

La vida es tan variada que nadie tiene la verdad. La verdad tiene solo un camino pero las formas de llegar a ella son múltiples.

– Hay una lucha por las individualidades, parece que cada uno hace su vida y las normas y los valores han perdido importancia.

No creo que los valores hayan perdido importancia. Cada uno toma los valores que cree y es responsable de sí mismo. Las personas deben ser individuales primero para poder ser colectivo después. Creo que no hay nada de malo en ello. Lo único es que la familia en particular y la sociedad en general, está en constante cambio y constante avance. Estamos en una época de cuestionarnos todo, hasta la familia. Y eso no quiere decir que no pensemos en los demás o no respetemos normas. Creo que hay que respetar a todos pero los cambios y salir de la zona de confort preocupa y hace peligrar muchas cosas. Y en esta obra ocurre un poco esto; hay gente que sale anonadada con el trabajo, emocionada, riendo, llorando, pensativa… pero la mayoría salen viendo una realidad que no se aleja de nosotros y que nos grita a la cara cosas que todos decimos, pensamos y sentimos. 

– ¿Es inevitable una crisis en cada etapa vital?

Supongo. A mí me ha llegado dando el paso de los 29 a los 30 y supongo que eso quiere decir algo. Esta revolución vital que he vivido me ha servido para detenerme y construir este texto desde otro lugar. La crisis de los 30 me ha hecho desempolvar nuevas fórmulas para crear desde otro lugar. Esta obra me ha dejado desnudo, al descubierto. Y eso te hace sentir un poco de verguenza y de pudor. 

Este viaje está siendo cuanto menos curioso. He descubierto cómo contar historias desde otro lugar, usando nuevos lenguajes y profundizando en las capas emocionales de estos protagonistas «sustitutos».

– Abordas algunos de los conflictos más esperados y universales.

Efectivamente. No quería recargar ni poner artificio a lo que quería contar. Es la familia y punto. Con sus cosas buenas y malas. Aunque no puedo hablar en general porque es algo concreto, sí que he sido cuidadoso con cómo contarlo para que pudiese empatizar con los lectores/espectadores. He dejado a un lado los grandes secretos, las grandes revelaciones y confesiones de los personajes para mostrar algo mucho más sencillo aunque no por ello menos frágil y complejo; las relaciones y la importancia del uso de las palabras en la familia. A veces, ver sobre el escenario una simple conversación que tenemos como habitual y normalizada, hace que algunos espectadores (más de dos y más de tres) salgan con una brecha profunda por lo que se dicen sin que «pase nada». El teatro puede ser un espejo para muchos espectadores y esto, al parecer, lo estamos consiguiendo sin saber que pasaría así. Una vez más el teatro no deja de sorprenderme.

– ¿Hay culpables en esta familia?

Por supuesto. Todos son culpables y todos son inocentes. Para mí una persona es inocente cuando no sabe que está haciendo el daño. Sí que es cierto que el factor principal para que se den estos conflictos es la comunicación. Pero la realidad es que el salto generacional entre los padres y los hijos hace grandes heridas que son difíciles de soportar. Y las soportamos y tragamos la mayoría de las veces porque son heridas provocadas por la familia. Estoy seguro de que la misma herida que te provoca un padre o una madre, te la hace alguien ajeno a la familia y esa persona desaparece de tu vida. Como he dicho otras veces y es una frase del propio texto, la familia es como una mancha que no se quita ni con agua caliente.

– ¿Cómo supera Pablo Canosales las crisis?

Pues supongo que te llegan y no te queda más que aceptarlas. Lo único es como lo afrontes y este proceso me ha servido para liberarme y crecer como persona. El teatro es un escape perfecto para ser consciente de lo que te ocurre y una forma de terapia para relajar todo lo que nos ocurre. Espero que esta crisis llamada de los treinta, sirva de algo. jeje.

– Este proyecto se disfruta en mayúsculas.

Está siendo un viaje apasionante y esperemos que tenga largo recorrido este proyecto. Estamos contentos y estamos proyectando mucho para que así sea.

La boda de tus muertos se representa los viernes a las 20:15 horas en los Teatros Luchana.

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